Talleres sigue siendo endeble y ciclotímico ante la primera adversidad y por eso en La Plata no mostró ningún síntoma de reacción. Pagó caro su lento despertar y Estudiantes sacó provecho  de esa siesta, para superarlo 1 a 0, con gol al minuto de juego, y no alcanzaron los 89 minutos restantes para poder revertirlo. Sin ideas, liviano en la marca y con una pasmosa actitud o displicencia a esta  altura preocupante, el elenco de Alexander Medina acumula cuatro caídas de visitante y a pesar de que sigue en zona del objetivo, hay alarmantes cuestiones que distan del ideal.

Sin poder despegar, una gran jugada de Gastón Fernández, con un pase filtrado, logró desacomodar toda la línea defensiva albiazul,  que motivó en un pase al segundo palo con intento de red que le quedó a  Castro para estampar el 1 a 0 lapidario.

Decimos lapidario porque este Talleres no entiende momentos del juego, y pareciera que no surte efecto el hecho del golpe tempranero. A pesar de que dominó en el complemento, jamás tuvo esa cuota de carácter ni de actitud para ir a buscar el partido.

Medina sorprendió con Payero y Bustos de arranque, pero parece que fue apenas una brisa veraniega aquello del triunfo ante Newell´s. porque el fin de esa racha lejos de motivar, pareció un salvavidas que no iba a poder consolidar. Extrañó horrores al lesionado Cubas, Bustos no alcanzó a destacarse y por las bandas ni Fragapane ni Valoyes lograron imponerse. La salida por lesión de Fernández le dio aire al albiazul, el ingreso de  Dayro Moreno aportó tranquilidad y lucidez a la generación de juego, aunque escasas veces llevó peligro al arco de Andujar. Hubo un penal no sancionado tras un remate de Menéndez (imperceptible a primera vista) y un tiro libre de Payero que pudo tener mejor suerte. Para colmo, la expulsión de Méndez le dejó espacios al rival y pudo aumentar con un tiro en el palo de González, sin embargo, nunca hubo predicamento ni esa autodeterminación para pretender dar vuelta la historia.

El elenco de Medina sigue en zona de Sudamericana, sin poder dar el salto pero empieza a dramatizar a su presente, sin autoestima y con un panorama no muy alentador.