La Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) que aglutina a las principales organizaciones sociales del país, anunció una serie de acciones para “defender los voto” que el pasado domingo permitieron la reelección del presidente Evo Morales.

En el marco de los cuestionamientos que la oposición boliviana comandada por el ex Presidente y candidato Carlos Mesa realiza en torno al recuento de los votos que, según el escrutinio oficial, le estarían garantizando la reelección a Morales, el movimiento de trabajadores bolivianos declaró “estado de emergencia”, que implica movilizaciones pacíficas este miércoles en rechazo a las acciones “que desconoce el resultado de la participación popular”.

"Se están aprovechando y quieren aprovecharse de esta coyuntura electoral y eso no lo vamos a permitir", aseveró, por su parte, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi.

El anuncio de la Conalcam se da luego de un encuentro que sostuvieron con el presidente Evo Morales en la Casa Grande del Pueblo. Allí, también estuvieron el vicepresidente Álvaro García Linera, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; y el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada.

Reunión urgente de la OEA

En el contexto del conflicto que vive ese país, la Organización de los Estados Americanos convocó a una sesión extraordinaria de su Consejo Permanente para discutir sobre la situación.

"La sesión se convoca a solicitud de las misiones permanentes de Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos y Venezuela, con el propósito de considerar 'La situación en Bolivia'", informó este martes la organización, mediante un comunicado. La reunión en la que participarán los embajadores de los 34 países miembros activos de la organización, tendrá lugar el miércoles en la sede de Washington.

A la espera de una resolución se encuentra el Estado Argentino que ya advirtió que no reconocerá a Morales como Presidente hasta que el organismo internacional no valide el escrutinio que lo reconoce como mandatario reelegido.

Cabe señalar que la OEA manifestó previo a la convocatoria “su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas”.

La organización es fuertemente cuestionada por su participación en algunos conflictos locales que, por lo general, son impulsadas por los intereses de sus miembros más poderosos. De hecho, en la reunión del miércoles, la silla que representa a Venezuela estará ocupada por Juan Guaidó, y no por un representante del Gobierno de Nicolás Maduro, actualmente al frente de la administración del Estado en ese país.

Horas antes de la convocatoria de la OEA, Washington denunció un intento de “subvertir la democracia en Bolivia” y la Unión Europea llamó a “respetar la voluntad del pueblo boliviano”.

Horas después,  el gobierno boliviano le pidió a la OEA enviar “a la brevedad posible” una misión técnica a La Paz para auditar “una a una las actas” de los votos de las elecciones del domingo.

En una carta que el canciller Diego Pary le envió al secretario general de la OEA, Luis Almagro, se solicita que “a la brevedad posible, pueda establecer una comisión que haga una auditoría a todo el proceso de cómputo oficial de los votos de las elecciones del 20 de octubre”, dijo Paryn. “Nos interesa como gobierno que todo el proceso tenga la transparencia necesaria”, insistió.