El ex estadio de Gremio, abandonado en Porto Alegre

Enviado especial desde Porto Alegre 

A Porto Alegre se la conoce despectivamente como la "ciudad abandonada" más que nada por la desatención de sus autoridades por el centro y el casco histórico, pero más abandonado y en desuso luce su escenario principal, testigo y protagonista de grandes gestas deportivas: el estadio Olímpico Monumental, la primera casa de Gremio. Allí Talleres se trajo un punto en la extinta Copa Mercosur, en 2001.

En el barrio de Azenha es la raíz de los hinchas tricolores, aunque desde 2012 la mudanza al Arena Do Gremio terminó de romper parte de esa mística. De todas formas, llama la atención el desuso y deterioro general: altos pastizales, vidrios rotos, tribunas con humedad, escombros por todas partes, un olvido que no merece un estadio que vio campeón de América y del mundo al Gremio.

En ese reducto, por ejemplo, Juan Román Riquelme anotó dos tantos para consagrar a Boca como campeón del continente en 2007, con Miguel Russo como DT y con el arquero cordobés Mauricio Caranta (hoy en Talleres) como estandarte.

Y para los cordobeses, hay un recuerdo imborrable: Talleres en 2001 con Mario Zanabria de técnico, igualó sin goles con el local en cuartos de final en la Copa Mercosur. En la revancha se impuso Gremio en un ex Chateau Carreras repleto, pero nadie olvida por barrio Jardín su paso por ese mítico escenario.

"No podí pasar. Etá Prohibido", grita un guardia desde lejos, del otro lado de la reja, impidiendo la posibilidad de alguna fotografía o video de ese estadio. Hoy es casi un depósito de basura, desaprovechado. En su momento hubo un proyecto de vender esos terrenos para la construcción de torres de departamentos, aunque finalmente no fue viable.

De todas maneras, luce percudido y sorprende que ni siquiera se utilice como museo o para visitas de "torcedores" o socios, por el contrario, parece que busca ser rematado. Pero el paso de Talleres por ese estadio sigue siendo motivo de orgullo para los hinchas albiazules.