El juez federal Sebastián Casanello procesó este martes nuevamente al empresario Lázaro Báez y a sus hijos Luciana y Martín por supuesto lavado de dinero, en el marco de una investigación que se desprendió de la trama central del lavado de dinero a través de la financiera conocida como "La Rosadita".

Esta parte de la investigación apunta a los movimientos de sumas millonarias realizadas por la familia Báez a través de la firma M&P, con Austral Construcciones y otras sociedades que habrían oficiado de cuevas financieras en medio de los embargos millonarios que tenían ordenados en los últimos años.

Según la investigación, hubieron transferencias millonarias en concepto de "venta de asfalto" a Austral Construcciones, empresa de Báez por parte de M&P, cuyos principales autoridades son sus hijos.

Para el juez Casanello, la empresa M&P integraría un entramado financiero que incluye vínculos con otras firmas como Proydesa SA, Karnix SA, Recaudaciones Computarizadas SA, Dereli SA, Kargen SA, Siembra y Comercialización de Granos SRL, Catahu, Xhoris SA, Recasur Argentina SRL y que contribuyeron a camuflar los movimientos de dinero investigados.

De esta forma, las empresas eran receptoras de dinero que provendría de negocios con Austral Construcciones, la firma de Baéz, y luego se hacían depósitos en una cuenta de M&P, propiedad de sus hijos.

Lázaro Báez y sus cuatro hijos están siendo sometidos a juicio por lavado de dinero en la actualidad en el marco de la causa conocida como "La ruta del dinero k", son múltiples delitos que van desde la "fuga" de capitales a la sospecha de la ilicitud del patrimonio de Báez en base a la evasión, la facturación apócrifa y el haber sido beneficiado con obra pública durante el kirchenrismo.

Fuente: Noticias Argentinas