Por primera vez no estuvo completo el Estadio Mario Kempes desde que la Selección argentina busca su refugio-estación-sede en Córdoba, quizás por el desencanto general ante las últimas frustraciones. Pero lo mismo el marco acompañó con aliento y color, con 45 mil hinchas. Y la victoria 2-0 ante México sirvió más para tomar vitaminas y fortalecer la confianza, aunque la idea de juego todavía tiene apuntes por corregir.

Es cierto que desde la propuesta no convence del todo y por momentos luce acelerado. No obstante, de a poco se ven algunas luces que permiten entender un progreso a futuro que no costará tanto en tiempo pero que lo mismo se debe seguir amalgamando desde las bases.

Como parte de la renovación o lavado de cara, fue la primera presentación en el país de la Selección argentina tras la experiencia fallida en Rusia 2018. Córdoba hace rato ya se impuso como la segunda sede oficial en AFA para albergar los partidos oficiales por Eliminatorias Sudamericanas y amistosos, y no solo por la capacidad de aforo del Mario Kempes (57 mil lugares). Hay calidez y menos impaciencia desde las tribunas, detalles que sin duda descomprimen la atmósfera por momentos irrespirable de Buenos Aires para los jugadores.

A su vez, el equipo de Lionel Scaloni busca su identidad y encontró en “La Docta” una chance más de hallarse. Este nuevo proceso arrastra nombres con frustraciones del proceso anterior pero busca aceitar los cimientos para el futuro. Y por supuesto, trabajando en incluir también al astro mundial Lionel Messi, por ahora de “vacaciones” del combinado nacional.

Dentro de esos apellidos, Mauro Icardi, Giovani Lo Celso, Ramiro Funes Mori, Gabriel Mercado, Nicolás Tagliafico, Marcos Acuña, Maximiliano Meza, Sergio Romero, son los más representativos, y se le suman otros como Ángel Correa, Lautaro Martínez, Erik Lamela, que han tenido alguna aventura con la Selección aunque sin consolidarse del todo.

La gente de arranque los recibió con color y aliento, y sin duda el más aplaudido fue Paulo Dybala apenas ingresó al Kempes. Lo secundaron Icardi, Mercado, por ejemplo. Es decir, hay banca, hay esperanzas, después de las frustraciones de la generación plateada que quedó en las puertas de tres coronaciones. Y esa mochila sin duda todavía es un lastre emocional que no permite una más rápida evolución. De todas maneras, está claro que hay trabajo por realizar, y no es el mejor contexto, donde las fechas FIFA no cuentan con todas las figuras, no siempre autorizadas por sus clubes, y con lesiones frecuentes ya que el torneo europeo y local se encuentra en pleno desarrollo. De hecho Scaloni no ha podido repetir formación en los seis que dirigió, marcando todo un síntoma. Si de renovación se habla, por ahora son solo brotes y poco de proyecto.

Los cordobeses en acción

A pesar de que les es esquivo el gol con la camiseta albiceleste, el protagonismo de Dybala fue creciendo en el equipo, jugando por las bandas aunque por el medio es donde mejor se puede acomodar, como un media punta. En ese sentido, sin un conductor claro y con Messi ausente, se espera que la “Joya” pueda dar su salto de calidad que tanto se le reclama.

En Córdoba ante México tiró el centro del gol de Funes Mori y buscó el arco con dos remates que bien pudieron sorprender. Por momentos encabezó ataques, tocó de primera pero cuando empezaba a asentarse, el ingreso de De Paul lo terminó acomodando por derecha, sin tanta incidencia, aunque lo mismo gozó con libertades para moverse donde mejor se siente. Igual, se sigue esperando el partido que lo tenga como indiscutido.

Encima de todo, no pudo completar la sociedad poderosa con Franco Vázquez como en tiempos de Palermo de Italia en el ascenso, ya que Scaloni hizo enroque entre los cordobeses y todos se quedaron con ganas en el estadio de verlos complementarse. Los aplausos aprobaron su actuación aunque resta un saldo para lograr una conformidad general. Pieza por pieza, Vázquez retomó la función de quien reemplazó, ya con el partido desgastado.

¿El cordobés restante? Renzo Saravia tuvo un destacado primer tiempo, activo por las bandas, le sirvió un centro de gol claro a Lautaro Martínez que no supo aprovechar pero su rendimiento se percibe más con pelota en mitad de cancha que como salida clara. De hecho fue clave en el segundo gol, combinando con De Paul, para el centro rasante. Es lo que mejor sabe hacer y encontró comodidad para comenzar a desplegar lo que mejor sabe hacer. Ahora será fija en todas las convocatorias.

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