En un fútbol argentino donde los laterales derechos son carencia, Belgrano pudo darse el lujo de presumir dos casos que no son nada habituales. Primero con Renzo Saravia, hoy en Racing Club a cambio de un millón de dólares por la mitad del pase, y ya con convocatorias a la Selección a rgentina. Y el otro ejemplo es Tomás Guidara, de 22 años, representante de los jugadores de la cantera del club en el plantel profesional y que, además, cuenta con proyecciones que podrían ser auspiciosas para las arcas en un futuro. Supieron compartir vestuario y entrenamientos. “A Renzo lo conozco bien, fuimos compañeros varios años y la verdad aprendí mucho de sus juego. Y sobre todo de su actitud. Nos solemos escribir, seguro que va a llegar muy lejos porque tiene prestancia y mucho convencimiento. Es lo que trato aprender de él”, afirma. Guidara con esta descripción dio un panorama de lo que pretende de su juego en un Belgrano que se juega la permanencia pero que también fue escuela. Por eso, La Nueva Mañana se zambulle en su historia para contar otros aspectos del Guidara ser humano, en medio de la batalla por no descender. En las crisis, sale lo mejor de uno, según los dichos populares del lunfardo.

“Me gusta subir, proyectarme, sumarme al ataque, y también la marca. Creo que soy bueno en el uno contra uno. Está claro que el lateral también tiene que ser firme en defensa, con orden. Esos conceptos los fui incorporando de a poco, porque al principio solo pensaba en subir y ser sorpresa por el lateral”, comentó el marcador de punta.

- Es una función que no abunda en el fútbol argentino…
- Soy consciente de eso, pero tampoco es que me fortalece. Es que con el tiempo los laterales fueron más de marca, y a veces hasta un zaguero puede ser lateral. Entonces fui entendiendo que lo mejor es hacerse firme en la marca, no subir en todas las jugadas sino cuando el momento lo requiere. No volverse loco porque te facturan más un gol por tu responsabilidad que tu participación en una jugada de gol. Yo quiero hacer las cosas bien y lograr regularidad. Lo demás llega como consecuencia de esto.

- En tu caso, has ido alternando proyecciones con solidez…
- Es parte del juego, y de la parte táctica. Yo trabajo al cien por ciento para potenciar esas virtudes. Dar lo mejor de mí. Ahora estamos trabajando el equilibrio y debo saber pararme. Si se puede subir bienvenido sea porque es lo que más disfruto pero tengo que leer el panorama. Si sube (Juan) Quiroga debo cerrarme para no dar espacios al rival. Primero cuidando el arco, y una vez que tengamos confianza, subir para aportar en ofensiva. Esa es la primera intención que tenemos con Diego Osella. Con paciencia, la estamos plasmando en cancha.

- ¿Te escribís con Saravia?
- Sí, cada vez que tiene un partido destacado, le mando un mensaje. Ahora que con la Selección a rgentina tuvo un partidazo con Brasil, por supuesto que lo felicité. Le tocó marcar a Neymar y la verdad, lo tuvo bien de cerca y casi no lo dejó mover.

- ¿Tenés algún referente en tu posición?
- A decir verdad no me fijo en un “4” clásico, sino que admiro la capacidad de resolución de los laterales cuando se suman a la línea de juego y llegan con pelota en los metros finales. De los argentinos, observo mucho a Nicolás Tagliafico. Y eso que juega por izquierda. Es impresionante lo que ha crecido y ya está consolidado a nivel europeo, resuelve bien en marca y defensa. Y de las figuras, tengo admiración por Marcelo. Es un fenómeno, para mí quizás el jugador más importante del Real Madrid. Es una opción firme de ataque

Guidara de la casa

Guidara comenta que no le gusta ser obsesivo de su profesión, y que en las reuniones, evita hablar del tema. Está claro que sus amigos, pareja, familia, todos quieren saber qué siente al estar en el fútbol profesional, pero no es el lugar donde se siente más cómodo. “A veces suelo parecer odioso pero nada que ver. Solo quiero descomprimir y más allá de las preguntas lógicas, les pido que cambiemos de tema. Es cierto que todos quieren saber cómo me siento, cómo va todo en el equipo, cómo está Belgrano, pero trato de no excederme. Sino, siento que no me termino nunca de despejar del todo. Por suerte, la mayoría entiende y después yo solito les cuento todo de eso”, explicó.

- ¿Cómo pasás el tiempo en tu casa? ¿Netflix, lectura, cine?
- No tanto, más allá de que miro televisión, siento que necesito cambiar de aire con las personas. No me gusta quedarme encerrado. Me gustan las juntadas con los amigos, las “mateadas” sobre todo. Agua caliente, yerba, y muchas charlas.

- ¿Sos de darte algún permitido?
- Sí, no soy obsesivo de esos que se cuidan todo el tiempo pero a lo largo de mi carrera supe mantener un conducta en ese sentido. Desde las inferiores. Sé que no es fácil de creer pero nunca me sobrepase. Y me doy permitidos con la comida, pero con límites. Es como salir a tomar aire. A veces las exigencias son muchas y no es bueno estar todo el día pendiente de eso. Es hacerlo pero con responsabilidad. No como nada dietético, ni soy tan estricto con lo demás. Como carbohidratos y la dieta que nos da Belgrano. Pero nunca me sobrepaso. No como platos pesados.

- ¿Te interesa la política?
- No mucho, a decir verdad, estoy al tanto de lo que pasa pero no estoy con ningún partido político. Por eso no peleo ni discuto con nadie. Ojo, no soy un ignorante en eso, trato de informarme para no quedar desubicado, pero a mi entender, cuando la cosa viene brava, lo mejor es seguir trabajando y darle para adelante. Siempre.

-Si se da una transferencia al exterior ¿Te pusiste a pensar qué harías con ese dinero?
- (Piensa) Buscaría la forma de invertirlo en algo. Es cierto que a todos nos gusta viajar o cambiar el auto, pero yo como prioridad tengo el objetivo de tener mi casa. El hogar es lo primero. Es como fui educado y creo que es lo correcto, para tener un techo siempre. Además, me gustaría ayudar más a mi madre y a mi abuela. Suelo dar una mano, pero no sé, me gustaría comprarles mucha ropa. Es cuestión de disfrutarlo cuando uno tiene una posibilidad pero les estoy muy agradecido a ellas por el apoyo y la confianza que me dieron siempre.

El mimado de la gente

Tomás Guidara alternó buenos y malos momentos. Pero por el estilo de su juego no tardó en ganarse un lugar en la consideración del hincha de Belgrano.

Sin embargo a comienzos de temporada, el director técnico Cristian Bernardi lo dejó de utilizar de titular, para darle espacio al experimentado Sebastián Luna. Dicho movimiento fue una de las cruces de Bernardi ya que el simpatizante “Pirata” nunca le perdonó ni entendió esa variante. Incluso cuando fue expulsado Luna ante Huracán, el público casi festeja esa situación, pero no tanto para darle la contra a Luna sino a Bernardi, en clara señal de apoyo hacia el juvenil.

Hoy es el único elemento directo de la cantera del club de Alberdi, junto a César Rigamonti. Aunque el arquero pasó gran parte de su carrera fuera de Alberdi, lo mismo que Matías Suárez.
“No me condiciona en nada ser el representante de los futbolistas de las inferiores en el primer equipo. No es una presión ni tampoco un halago, simplemente se dio y yo me baso en mi esfuerzo. No tengo ‘coronita’ por venir desde abajo ni nada. Todo me lo trato de ganar en cancha”, analizó el marcador de punta.
El lateral derecho sigue sumando solidez y experiencia, al punto que desde la gente que lo representan reconocen sondeos de equipos de Buenos Aires. Pero él no se deja obnubilar por las tentaciones, y disfruta el día a día. “Lo peor que puedo hacer es volverme loco. Yo aprendo todos los días, en cada entrenamiento, en cada partido. El fútbol no es solo correr y estoy tratando de aplicarlo siempre”, explicó.

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