Elecciones: el oficialismo enfrenta en las urnas a dos modelos de ajuste

En campaña, tanto Bullrich como Milei anticiparon qué sectores sufrirán los recortes, ubicando lo estatal a la cabeza de la lista. Terminar con los evasores, el plan Massa contra el déficit fiscal.

Ed Impresa 20/10/2023 Facundo Piai
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Tanto Bullrich, como Milei y Massa destacaron que el superávit fiscal es un activo clave para la economía. (Ilustración: Daniel "Pito" Campos)

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Especial para La Nueva Mañana

ELECCIONES PRESIDENCIALES 2023

A partir de diciembre próximo, la reducción de déficit fiscal (la diferencia entre el gasto del Estado y lo recaudado vía impuestos) será un hecho. Al menos así lo plantearon los tres candidatos con más posibilidades de llegar a la presidencia en estas elecciones. Tanto Bullrich, como Milei y Massa destacaron que el superávit fiscal es un activo clave para la economía. Sin embargo, las narrativas con que los candidatos justifican estos objetivos son muy diferentes unas de otras. Si detenemos el análisis sobre este punto vemos que buscan legitimar el superávit fiscal (o el ajuste en el gasto) en el combate a diversos adversarios.

Cambiemos y su irrestricta lucha contra “el populismo”

La ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich propone “déficit cero inmediato” a la par que también promete bajar impuestos. Con lo cual, el único camino para lograrlo es reducir las erogaciones del Estado lo suficiente como para quedar en equilibrio al momento que se reducen los ingresos por quita de impuestos. Bullrich dio algunos anticipos sobre los sectores en donde ajustará el gasto con mayor tesón, con las empresas públicas y planes sociales a la cabeza. Precisamente, en la plataforma de Juntos por el Cambio destacan que las empresas estatales deberán “autofinanciarse”.

Pero no es sino uno de sus principales asesores económicos, Luciano Laspina, quien expresa esta propuesta con mayor claridad. El economista sostuvo junto a la candidatada a la presidencia que “muchas de las empresas que son del Estado carecen de una justificación que explique seguir invirtiendo recursos de los contribuyentes en actividades que podrían ser rentables bajo una administración privada”. Respecto a los planes sociales, quien formó parte del Grupo Sushi durante el gobierno de Fernando de la Rúa propuso reducir planes transformándolos en seguros de desempleo temporales.

Actualmente, el plan Potenciar trabajo impacta en cerca de 1,3 millones de personas de bajos ingresos. Vale destacar que durante el gobierno del jefe de Mauricio Macri, jefe político de Cambiemos, los beneficiarios de este plan se duplicaron. En el año 2015 había 253.939 trabajadores con ingresos precarios beneficiarios de planes para cooperativas, señala un artículo de la Universidad San Andrés, mientras que cuando Cambiemos concluyó su mandato -habiendo habido recesión en tres de los cuatro años- el número de “planeros” había escalado a 641.762.

Bullrich dio algunos anticipos sobre los sectores en donde ajustará el gasto con mayor tesón, con las empresas públicas y planes sociales a la cabeza.

Cambiemos aumentó los planes sociales en su única experiencia de gobierno

Sin embargo, Cambiemos construye su relato en oposición a un populismo que alimenta su poder político con planes. Dejando de lado las narrativas, la evidencia indica que los beneficiarios de planes suben en la medida que la economía se desploma, consecuentemente, el mejor antídoto contra ellos es la expansión de la economía. Además, tampoco cierra el planteo de llegar al superávit ajustando partidas que, sobredimensionadas en los medios, no son los principales gastos estatales. Por caso, el gasto en asistencia social representa solo el 5% del gasto primario total, de acuerdo al Presupuesto 2023. 

En el caso del programa de Patricia Bullrich, el ajuste es compatible con su propuesta de quitar el control cambiario. Si bien la salida del “cepo” se haría progresivamente y no “desde el primer día”, como había propuesto en un principio, buscarán reducir los diferentes tipos de dólares y achicar la brecha entre los diferentes tipos de cambio. Algo que no puede ocurrir sin una devaluación mediante. Ahora bien, para que la suba de la cotización del dólar sea efectiva necesita ajustar el gasto del Estado, de este modo al haber menos pesos en circulación, se reduce las posibilidades de que terminen yendo al dólar presionando su cotización al alza.

Milei propone un ajuste del gasto mayor del que pide el FMI: privatizar la obra pública, quitar subsidios y vender todas las empresas del Estado.

Ajuste al palo: “plan motosierra”

Ajuste y dolarización (que implica un ajuste en los salarios), son las propuestas más comentadas del líder libertario. No obstante, la reforma del Estado es la más importante, en palabras de Javier Milei. Sale o sale, a diferencia de otras propuestas libertarias como la dolarización que sin dólares prestados o sin antes una destrucción total de la moneda nacional es técnicamente impracticable. Las reformas de primera generación, según explicó el economista en la señal de TV TN, consisten en desregular la economía, ajustar el gasto público, bajar impuestos y flexibilizar los convenios colectivos de trabajo. El ganador de la PASO propone un ajuste del gasto mayor del que propone el Fondo Monetario Internacional.

Privatizando la obra pública, “el ajuste lo pagan los políticos ladrones y la cámara argentina de la construcción”, aclaró. El programa del economista que repite cual dogmas las teorías de la Escuela Austríaca busca reducir gastos por 15% del PBI. Al tiempo que propone la eliminación del 90% de los impuestos actuales que, si bien reconoce tendrá impacto en la recaudación, “entorpecen el funcionamiento de la Economía”. Al igual que la otra candidata que busca mostrar firmeza y coraje en relación al ajuste, apunta a erogaciones rimbombantes pero menores en la estructura de gastos.

 Con lo cual, no queda claro como implementará el “plan motosierra” sin afectar el principal gasto del estado: las jubilaciones, que representan el 50% del gasto primario. O los subsidios a los servicios energéticos que tienen un peso del 11% en el gasto total.

Massa apunta a los evasores como obstáculo para lograr superávit fiscal

El ministro de Economía y candidato Sergio Massa señala que el equilibrio fiscal es un pilar clave para estabilizar la economía. Tipo de cambio competitivo para exportar y Estado con capacidad recaudadora son las claves sobre las que deben asentarse los dos equilibrios fundamentales, el comercial y el fiscal. Sobre este último, el ex intendente de Tigre enfatizó que hay muchos recursos fiscales que el Estado no recauda por mecanismos elusivos y evasivos, amparados por la justicia. “Las deudas de las grandes empresas duermen años en el tribunal fiscal y se van devaluando”, denunció. “Estos señores definen si se recaudan o no 5 mil millones de dólares”, por lo que propone un cambio en la legislación.   

En otras palabras, Massa propone exportar más de lo que se importa y recaudar más de lo que se gasta. Superávit fiscal gemelos. Al igual que los otros candidatos, el ex presidente de la Cámara de Diputados también propone bajas de impuesto, pero a diferencia de sus competidores plantea exenciones impositivas específicas a sectores con potencialidad productiva. Concretamente propone replicar el sistema impositivo que aplica para las automotrices en donde baja el gravamen a la importación conforme aumenten las exportaciones. 

Massa aseguró que intensificará la inversión en obra pública y en salud, defendiendo la educación pública, gratuita y de calidad.

Asimismo, en paralelo con medidas que bajan la presión impositiva (como la devolución del IVA o Ganancias), pretende neutralizar esa caída en la recaudación con una mayor formalización de la actividad comercial. En una entrevista dada antes de la veda electoral, el líder del Frente Renovador resumió las primeras medidas que tomaría en caso de ser electo: y destacó además de la “reducción de impuestos y simplificación tributaria, en el mundo pyme”, instrumentos que contribuyan a “una mejor distribución del ingreso”.

Si hay miseria que no se note

Hay tres variables que desde el Gobierno esperan tengan su efecto en el cuarto oscuro. Una tiene que ver con la performance del sector manufacturero que, si bien en los últimos meses comenzó a mostrar signo negativo, muestra capacidad de resiliencia dada la inestabilidad económica. Vinculado con esto está la segunda variable: el empleo privado continúa con números positivos. Lejos del boom, pero con aumentos paulatinos de asalariados se crearon 120 mil empleos formales privados en los primeros siete meses del año. Por último, el récord de turismo que se vio el fin de semana largo pasado. En donde según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) viajaron por el país 1.500.000 de turistas y gastaron $ 111.145 millones

  

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