Automotrices y mineras, dos sectores que motorizan una economía en crisis

El sector automotriz tuvo su mejor julio en una década; y el empleo en la minería está en sus máximos históricos. Por la extracción de áridos, Córdoba explica el 20% de producción minera del país.

Ed Impresa 25/08/2023 Facundo Piai
Aridos © Victor Yepes
(Foto: gentileza Víctor Yepes)

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Especial para La Nueva Mañana

Tras un comienzo promisorio, el ritmo de la actividad económica aminoró, se estancó y hasta comenzó a mostrar signo negativo en el acumulado del primer semestre del año. La falta de divisas marca el pulso de una economía que entró en fase recesiva antes de contabilizar, incluso, la dinámica de un agosto signado por el aumento del tipo de cambio. Sin embargo, dos sectores se destacan por sobre la quietud del resto amortiguando los efectos de la sequía que, por falta de dólares, impacta en la dinámica de la economía.

El entramado automotriz y la actividad vinculada a la explotación de minas y canteras son las boyas que se contraponen a sectores hundidos en la recesión. Incluso, parados en este contrapeso dado por la industria automotriz, el sector energético y el minero, algunos consultores advierten que la actividad económica puede cerrar el año con valores neutros. La performance de estos sectores, sostienen, más el avance de una informalización creciente de la economía (que escapan a los reportes oficiales) matizarían la fase económica contractiva. 

La devaluación no afectará la producción de las automotrices

automotriz © NA
El último informe del sector automotriz da cuenta que la producción acumulada al mes de julio fue de las más altas de la década: 345.031 vehículos producidos. (Foto: NA)

El último informe del sector automotriz da cuenta que la producción acumulada al mes de julio fue de las más altas de la década, solo debajo de las cifras del 2013. En efecto, con un acumulado de 345.031 vehículos producidos, supera en poco más de 83 mil a las unidades que se produjeron durante los primeros siete meses del 2016, el mejor año que esta industria tuvo en el gobierno anterior. Además, se prevé que esta marcha no se verá afectada por la depreciación del peso que acumuló 30% en las primeras dos semanas del mes, señalan desde el sector.

Una importante fuente de las automotrices destacó que el incremento de la cotización del dólar no afectará las proyecciones productivas de la mayoría de las terminales, aunque sí esperan que haya repercusión en las ventas. El encarecimiento de la divisa repercute en el valor de los 0km y desanima la demanda de autos recién salidos de fábrica. El salto del tipo de cambio les pega distinto a las diferentes escuderías y su esquema de negocio. Las que tienen mayor componente de autopartes nacionales están en condiciones de suplir una eventual estrechez del mercado interno con la mayor competitividad externa que les da un peso depreciado. 

Hay dos modelos que pican en punta y se destacan del resto. El Fiat Cronos es el vehículo con más componentes nacionales, llegando a tener casi el 50% de sus partes producidas en el país. El segundo más integrado, con el 42%, es el Peugeot 208. Sin embargo, aquellos modelos con menor integración de autopartes nacionales, al ser más dependientes de las importaciones, sufren los aumentos de los insumos que requieren para producir. En efecto, se neutraliza el estímulo que sus exportaciones podrían tener de la mano de un tipo de cambio más alto. 

La venta de autos nacionales se duplicó en los últimos cuatro años

Desde el gobierno se jactan que de la mano de estímulos impositivos y desalientos a la importación suntuaria el sector crece cuidando la balanza comercial. Así, las cifras al mes de julio muestran que el 65% de las ventas de las concesionarias son vehículos “industria argentina”. Esto significa que la presencia de producción nacional en las vidrieras se duplicó respecto al 2019. Sin embargo, pese a la reducción del balance comercial de un sector altamente deficitario, aún continúa en rojo. 

En el equipo económico aclaran que la diferencia será moderada entre los dólares que el sector genera con sus ventas al mundo y los que insume al importar. Lejos de aquellos años de récord de producción, pero de alto déficit, o de aquellos en donde la producción cayó, pero el rojo de la balanza aumentó porque se importaban 0km y no insumos. Asimismo, destacan los resultados sobre la generación de dólares de la Ley de Promoción que reduce los aranceles sobre los vehículos vendidos al exterior cuando superan el número de exportaciones del año anterior. 

La performance de las automotrices tira por tierra dos preconceptos recurrentes: que tanto el Estado como los sindicatos obturan la producción y el desarrollo. Contrariamente, Daniel Herrero, ex presidente de Toyota Argentina reconoció en una entrevista el valor de las negociaciones, el consenso y los acuerdos por sobre las reformas implementadas a la fuerza que generan alto nivel de conflictividad y afectan la producción. Sobre esta premisa el sindicato de Smata logró acuerdos paritarios trimestrales. Asimismo, también ajustaron algunos puntos del convenio de trabajo. Uno de ellos permite realizar tareas los sábados en sectores claves para la producción. A cambio, efectivizaron a trabajadores que habían ingresado como temporales. 

Empleo minero en máximos históricos: acumula 29 meses en alza

Aridos 2 © Victor Yepes
La minería, en un excelente momento: en el primer semestre del año la diferencia entre las exportaciones e importaciones del sector arrojó un saldo positivo de u$s 1.400 millones.

Este complejo industrial junto al sector minero fueron determinantes en la performance positiva de la economía en los dos años anteriores. En la salida de la pandemia, la industria brincó un 15% de la mano de la recuperación del complejo industria automotriz (50%) y de la extracción de minerales y metales que se expandió 29% en relación al 2020. En el 2022 la actividad fabril se expandió 4,3% con buen ritmo también de estos dos sectores que sumados tienen gran incidencia en el índice de producción manufacturero.

Como ocurriera con el sector automotriz, la minería se encuentra en uno de los mejores momentos de los últimos años. De acuerdo a un informe de la Secretaría de Minería, en el primer semestre del año la diferencia entre las exportaciones e importaciones del sector arrojó un saldo positivo de u$s1.400 millones. Si bien hay una merma respecto al balance del año anterior, esto no impide que el empleo minero se encuentre en niveles históricos, acumulando 29 meses de crecimiento. En el informe, se destaca Santa Cruz como la provincia con mayor cantidad de trabajadores mineros, mientras que Córdoba se posiciona séptima con más de dos mil trabajadores.

Con estabilidad macroeconómica, la minería puede ser un complejo exportador clave

Con extracción de áridos, principalmente, Córdoba explica el 20% de la producción minera del país. Se trata de insumos altamente demandados para la construcción por los proyectos de infraestructura de la obra pública. Si bien el sector mantiene altos volúmenes de ventas, comentó a La Nueva Mañana  Hernán Soneyro, directivo de la cámara cordobesa de minería, la empleabilidad se mantiene estable. “Las empresas cordobesas, mayoritariamente pymes, buscan mantener constante las fuentes de trabajo”, señaló.

Así como “sólo cayó 2% la cantidad de empleados durante la pandemia”, Soneyro explicó que frente a los picos de actividad se busca producir con horas extras manteniendo la dotación. La actividad de las mineras cordobesas es fluctuante, muy condicionada por la obra pública, y “la apuesta es mantener el personal”. Puede haber más trabajadores conforme haya grandes proyectos de largo plazo, aclaró. Sin embargo, los vaivenes de la política y la inestabilidad económica nublan esa posibilidad. 

Sobre esto último el dirigente empresario destacó que la minería argentina podría dar mucho más al haber “un montón de proyectos próximos a abrirse”. El caso más resonante es el Proyecto Josemaría ubicado en San Juan que será una de las grandes minas de cobre, “pero están casi frenados por la incertidumbre macroeconómica”. En el caso de los áridos, enfatizó, “Argentina tiene un consumo por habitante bajo (1,5-2 toneladas al año)”, pero con potencialidad de crecimiento conforme se estabilice la economía. 

  

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