“No hace falta estar enfermo para consumir cannabis medicinal”

Carlos Laje hace cinco años propone el uso de la planta para fines terapéuticos. Abrió 24 clínicas junto al Instituto Argentino del Cannabis en 12 provincias argentinas. Diálogo exclusivo con La Nueva Mañana.

Córdoba 04/05/2017 Gabriela Yalangozian
CARLOS LAJE
Para Laje, el cannabis medicinal mejora la calidad de vida en personas con diversas enfermedades y la dignidad en la muerte.

chapa_ed_impresa_01

Se presenta como un papá, médico y, hoy, un activista. En el último año, su nombre comenzó a ser vinculado con el uso del cannabis medicinal con la apertura de la primera Clínica Argentina del Cannabis, que hoy cuenta con 24 sucursales en 12 provincias argentinas. Carlos Laje, es oftalmólogo, profesión que adquirió de su padre, abuelo y bisabuelo. Como médico, relata que en medio de su vida profesional se encontró con una sustancia llena de prejuicios, cuya connotación que no estaba vinculada a la salud, y que en el proceso de investigación de su uso, comprobó que mejoraba las condiciones de calidad de vida en personas con diversas enfermedades y la dignidad en la muerte de pacientes terminales. Por esta razón para Laje, la promulgación que hizo el Gobierno nacional días atrás de la Ley 27.350 de uso medicinal del cannabis y sus derivados es un paso importante. Pero aún hay mucho camino por andar para garantizar el acceso de esta sustancia a quienes lo necesitan.

“Siempre mantuvimos una posición como organización donde planteamos que no estábamos tan preocupados por la ilegalidad, porque considerábamos que nuestra lucha, nuestra causa, nuestro accionar, tenía ribetes de legitimidad”, señala Laje al ser consultado por La Nueva Mañana, sobre si la ley cambia la realidad que viene avanzando a pasos agigantados.

La entrevista se realiza mientras el oftalmólogo se dirige hacia una de las tantas charlas que ofrece por todo el país en representación del Instituto Cannábico Argentino. Sobre el camino que aún falta recorrer es contundente: “La ley, más allá del avance cultural que se produce a través de la sanción, no contempla un avance sanitario en relación al acceso del cannabis en términos geográficos y económicos del paciente. Lo consideramos un triunfo parcial. Se dio un paso muy interesante, pero aún es necesario explicarle a la gente una verdad que no se le está diciendo: y es que no hace falta estar enfermo para consumir el cannabis medicinal. Esta sustancia mejora una serie de condiciones en nuestro cuerpo que, cuando estamos enfermos hace que nuestra calidad de vida mejore, pero cuando no lo estamos, nos permite prevenir esa situación en el futuro”, asegura.

No estábamos tan preocupados por la ilegalidad, porque considerábamos que nuestra lucha, nuestra causa, nuestro accionar, tenía ribetes de legitimidad

Mucha gente se sigue escondiendo para acceder al aceite de cannabis o para cultivar la planta en su casa. ¿Hasta cuándo se mantendrá esta situación en el marco de la ilegalidad?
- El trabajo de los últimos cinco años, en especial en el último año que lo hice en forma más intensa, me hizo estar en contacto con los cultivadores, los usuarios y sus familiares. Ellos ven en una planta -y una forma de sumistrarla bastante sencilla-, mejoras en la salud que en algunos casos sienten que son casi mágicas. Por eso creo que la gente lo que más busca es mejorar la calidad de vida, y lo va a seguir haciendo sea legal o no. Es por esta razón que considero que se debe dar información y formación a los profesionales de la salud, para que se consuma en forma consciente el cannabis y no se haga una automedicación. Porque esa práctica, si bien puede no generar problemas de gravedad, a lo mejor puede retardar las mejoras en la salud.

La ley promulgada permite la importación, pero deja de lado el autocultivo... ¿falta madurez en la discusión política para reconocer esa realidad?
- En lo personal y en la responsabilidad que tengo de coordinar un proyecto como el del Instituto Argentino del Cannabis con su clínica Argentina del Cannabis, la posición que transmito es clara: por un lado, creo que no se debe generar una tensión entre posicionamientos políticos partidarios del autocultivo versus aquellos a favor de la importación. Yo creo que la Argentina tiene una capacidad técnica mucho más grande como para regular el autocultivo con fines medicinales, y generar la importación de productos que así lo requiera. Pero para mí, la salida en Argentina es generar un espacio de discusión y creación de la industria nacional del cannabis medicinal, donde puedan participar laboratorios nacionales, privados y públicos. En ese sentido tengo claro que la libertad de la planta, hay que respetarla. Pero también tengo claro que no todo el mundo puede importar y pagar lo que tiene que pagar, ni tampoco creo que todo el mundo puede autocultivar. Me parece que quienes se fanatizan en esos extremos es porque responden a intereses personales. Lo que hay que hacer es una mirada amplia de cómo abordar una realidad concreta. Si uno hace una mirada geopolítica internacional, no podríamos decir que Argentina tiene una visión inmadura del cannabis. Hoy somos uno de los 20 países entre los más de 200 reconocidos por las Naciones Unidas, que ha avanzado sobre la legalización. Creo que el sector político que es quien tuvo que rápidamente hacer una ley en base a los reclamos de la sociedad.

¿Hay un estudio sobre quiénes son mayoritariamente los pacientes que hacen uso del cannbis, que edades tienen?
El rango etario de la gente está día a día cambiando en relación a la mejora que ve por el consumo del cannabis en su forma medicinal o terapéutica. En general, el cannabis cuando entra al cuerpo estimula un sistema llamado endocannabinoide. Nosotros producimos nuestro propio cannabis a través de una enzima de nuestro cuerpo que se llama anandamida y cuando hay un déficit de esa enzima se alteran cuatro condiciones en el ser humano, que necesita para mantener su equilibrio interno. Estas son: el sueño, el dolor, el apetito y el ánimo. Cuando se ingresa el cannabis desde afuera, se regulan. La mayoría de las patologías que estamos viendo que acuden al cannabis tienen que ver con alteraciones de ese tipo. Personas que no pueden conciliar bien el sueño, que tiene problemas de ansiedad o depresión, o quienes están vinculados a la epilepsia refractaria, Parkinson, Alzheimer, demencia senil... Pero además, en los países del Primer Mundo que llevan muchos años de investigación, se está trabajando sobre la especificidad de cierta cepa vinculada a las condiciones de mutación genética de cada una de las enfermedades. Hay avances vinculados a la relación del cannabis y el cáncer.

El año pasado fue detenido por la Policía en Jujuy por “tenencia simple de estupefacientes”. ¿Ese riesgo sigue estando latente?
Por supuesto que sí. El que crea que la nueva ley dejó sin vigencia la ley de Estupefacientes está en un error. La Ley del uso del cannabis medicinal, vino a dar un avance cultural, pero para nada dio un avance sanitario. Y menos desde el punto de vista de la protección que cada persona tendría que tener a la hora cuando toma la decisión de mejorar su calidad de vida con cannabis; o los que estamos seguros como médicos que esta planta puede suministrarse en forma complementaria a las terapias que un paciente está realizando. En ese sentido, seguimos haciendo una actividad ilegal. Pero estamos convencidos que es una actividad legítima por que no solamente lo manifiesta la experiencia empírica o el relato de los pacientes, sino también lo dice la ciencia internacional. Como médicos, no podemos tener una planta que mejore las convulsiones de un niño o la dignidad en la muerte de un paciente con un cáncer terminal, y no hacer uso correcto de ella.

¿Cómo cree que se aplicará la Ley en Córdoba, cuando el día que fue sancionada en el Congreso se hizo un allanamiento en casa de una cultivadora en las afueras de la ciudad?
En el caso puntual de lo que pasó ese mismo día, nosotros en lo personal y lo institucional, repudiamos enérgicamente la situación que se dio con la cultivadora y su familia. Pero es la misma Córdoba, con esta tensión entre lo conservador y lo progresista que tiene, que dos semanas después un juez federal ordenó restituirle este mismo aceite que se había secuestrado en el operativo, a esta cultivadora para que llegue a las personas que iba a ir. Entonces creo que en nuestro país se debe discutir la regulación del “todo”. Mientras esto no ocurra, vamos creando en cada caso una jurisprudencia para la regulación general. Considero que en Argentina debe convocarse a una mesa de concertación nacional donde deje de lado tiranteces de cada uno de los espacios partidarios, y se ponga, en el marco de un Instituto Nacional de Regulación de Cannabis Medicinal, a generar lo que tendría que ser la directriz: que es el acceso geográfico, económico y seguro del cannabis a toda la población. Me parece que se van dando pasos hacia adelante en este sentido. Ojalá que esto no quede en una simple maniobra política para que la población quede lejos del cannabis y algunos pocos vivos se beneficien con la importación del mismo.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto
Luis Díaz abogado

Mega DNU de Milei: es cordobesa la primera demanda de inconstitucionalidad admitida del país

Consuelo Cabral
29/04/2024

La acción declarativa de inconstitucionalidad contra el DNU 70/2023 presentada por un conjunto de ciudadanos y abogados de Córdoba con el patrocinio del abogado cordobés Luis Díaz fue recibida por el juez federal Hugo Miguel Vaca Narvaja. “Es la única ADI no rechazada in límine del país. El jueves pediremos al Juzgado que cumpla la acordada de la Corte Suprema reconociendo el proceso colectivo”, señaló Díaz a LNM.