El arte en toda su expresión para crear, reciclar… y seguir jugando

Músicos de “Cantarutti Bentstrumentos” les dan una segunda oportunidad a objetos rotos y los transforman en juguetes e instrumentos musicales.

Muchos de los juguetes reciclados en instrumentos musicales se pueden observar en el Instagram @cantaruttibentstrumento - Foto: gentileza



 

Sonidos, risas y juegos. El arte en toda su expresión. Laureano y Danilo Cantarutti y Valentina Martínez Gallino formaron un emprendimiento en el que resignificaron la electrónica, los juguetes y los descartes cotidianos, para transformarlos en instrumentos musicales. El proyecto que se desarrolla hace seis años en Córdoba se llama “Cantarutti Bentstrumentos”.

“Nosotros somos músicos y Valentina es además de música, artista visual. A través de una búsqueda, de la necesidad de encontrar otros sonidos que no lográbamos con los instrumentos tradicionales, surgió este proycto. Simplemente, queríamos encontrar otros sonidos”, relató Laureano Cantarutti en diálogo con La Nueva Mañana.

“Un día, navegando en Youtube, encontramos un video de una persona que había desarmado una muñeca y había generado una especie de gran sintetizador con sus partes. En ese momento, nos dijimos ´Esto lo que queremos hacer´. Y descubrimos algo que se llama Circuit Bending. Se trata de una técnica, filosofía y forma de arte desarrollada por Reed Ghazala a finales de los años  60, que consiste en intervenir juguetes y electrónica de bajo voltaje”, explicó.

Además de un arte, el Circuit Bending suele concebirse como una filosofía, una actitud frente a mandatos comerciales y sociales que caen sobre objetos tecnológicos y sobre el vínculo que se establece con ellos.

“Se comienza abriendo el circuito y probando conexiones diferentes de sus componentes para lograr otras sonoridades que ni siquiera las personas que lo fabricaron saben que pueden tener”, precisó Cantarutti.
De eso se trata: de transformar juguetes y aparatos electrónicos en instrumentos musicales, y a través de ellos grabar sonidos únicos e irrepetibles. Es arte lúdico, arte musical. Pero también es arte en favor del planeta, porque genera nueva vida a esos muñecos, autitos y cajas, que terminan siendo productos sonoros fabulosos, que hacen música y que también permiten jugar.

Vale tener en cuenta que la producción de estos instrumentos se realiza con objetos de fácil acceso, que pueden encontrarse en alguna habitación vieja, en la casa de los abuelos, en una mudanza, en lugares de venta de artículos antiguos. Las opciones son variadas y, por ende, las posibilidades son siempre atractivas, inéditas y sorprendentes. 

Cantarutti Bentstrumentos termina dándole una segunda oportunidad a objetos rotos y colaboran con el planeta, promoviendo y estimulando la creatividad.

Instrumentos a pedido

- ¿Cuál es la finalidad con la que llevan adelante este proyecto? ¿Lúdico, musical o comercial?

- Todas. Abarca todas esas aristas. Primero, lo empezamos a hacer para nosotros, para usarlos en nuestros shows. Después armamos la marca, y comenzamos a hacer instrumentos a pedido. Porque cada persona puede tener ideas diferentes sobre lo que quiere. Por eso, desarrollamos ideas en conjunto y armamos lo que necesita para hacer ese instrumento personalizado. Por supuesto que también hay una faceta educativa y didáctica, con el fin de que la gente empiece a replicar esta idea. Nos interesa que se recicle y se resignifique esta tecnología, con objetos que quizás quedan abandonados en un cajón, en un placard. En el lugar más recóndito de la casa, lleno de tierra y juntando polvo, puede estar esa pieza que reutilizaremos convirtiéndola en un instrumento musical.

La técnica consiste en hacer cortocircuitos en dispositivos electrónicos de bajo voltaje -alimentados con baterías- para fines creativos. 

El disfrute del juego

Los tres músicos parten de la idea de crear instrumentos musicales reutilizando juguetes, aparatos electrónicos y descartes cotidianos; y refuerzan el concepto de reciclado y resignificación de objetos en desuso para darles otra oportunidad. Nada se descarta, todo se transforma, y puede ser muy divertido. Es una forma de lograr cosas increíbles con objetos sencillos.

Recientemente, Cantarutti Bentstrumentos se presentó en la Feria de Saberes que se llevó a cabo en el Centro Cultural España. Allí, quienes visitaron este encuentro se llevaron una grata sorpresa al escuchar esos sonidos únicos que surgían de estos juguetes reciclados. Este cronista pudo apreciar cómo los niños disfrutaban tocando uno y otro instrumento, riendo ante  las diferentes melodías que ellos desprendían. 

- ¿Qué les genera como creadores ver a los niños y las niñas crear música con esos aparatos reciclados?

- En la infancia, se despierta la parte más lúdica, porque están acostumbrados a jugar. Cuando somos adultos, dejamos los juegos de lado, pero al encontrarnos con estos instrumentos, resurgen esas ganas de volver a jugar. De repente, un spinner, una perillit o un resorte, rompen con la idea de que las cosas tienen una sola función, o que un juguete sólo tiene un único fin y que sólo un instrumento tradicional puede servir para hacer música: un juguete puede ser un instrumento musical y es lo que logramos demostrar con nuestra propuesta. 

 “Nos interesa que se recicle y resignifique toda esta tecnología”, expresó Laureano Cantarutti.

 


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