Belgrano Femenino viene demostrando un gran nivel en su primera participación en un certamen de AFA. Su rendimiento colectivo y la gran preparación física les ha permitido marcar mucha diferencia ante sus rivales. Las dirigidas por Daniela Díaz llevan once partidos goleando y dejando en evidencia falencias en sus rivales.

Pero a ese referenciado funcionamiento en equipo se le debe agregar algunas individualidades que han sacado un plus en diversas circunstancias del torneo de la Primera C, que ya las tiene en semifinales. Arianna Reche, Romina Gómez y Sabrina Maldonado han tenido un nivel destacado y en algunos juegos superlativos. Hay apariciones como la juvenil Florencia Ceballos o Antonella Chanquía. Y siempre aparece en la lista de las destacadas en cada juego la mediocampista central Victoria Arrieto.

La "Colo" es el eje principal por donde se mueve cada engranaje del juego establecido por la entrenadora. Con la "5" en la espalda es la encargada de generar las sociedades junto a Reche, Pilar Casas o la "Pepa".

Y en el juego del sábado, en el Gigante de Alberdi, frente a Talleres de Remedios de Escalada, Arrieto la rompió. Los primeros minutos del juego, cuando estaba complicado el cotejo en la zona central del campo y no se podía perforar la defensa visitante, se puso el overol y le cuidó las espaldas a sus interiores, buscó abrir la cancha para generar proyecciones de la "Pomu" Sánchez o habilitar a Chanquía. 

Y cuando el juego ya estaba favorable fue gestora de las paredes junto a Ari Reche, la "Pepa" Gómez o con Anto Labiano.

Ah, y como si fuera poco: hizo dos golazos. 

Al término del juego, la "Colo" se expresó sobre lo que significó el pasaje a semifinales ante tanta gente que las acompaño en el Julio César Villagra y que se quedó a pesar de la lluvia. "Estamos muy contentas de jugar en nuestra casa con toda esa gente que nos vino a ver. Y ahora seguimos por el objetivo... Sabíamos que iba a ser un partido distinto, al ser por cuartos de final... Siempre tratamos de hacer nuestro juego y los goles llegaron y le pudimos mostrar ese juego a la gente que nos vino a ver".

A propósito del acompañamiento, la mediocampista "pirata", emocionada, sostuvo: "Fue una locura jugar en nuestra casa ante tanta gente, se nos caían las lágrimas. Fue una locura, una emoción gigante".