Talleres mostró un desconcierto preocupante y a pesar de que fue perjudicado con un penal con falta fuera del área, nunca mostró carácter para imponerse, por eso cayó sin atenuantes 3 a 0 ante Gimnasia La Plata, partido válido por la 2ª fecha de la Copa de la Liga Profesional.

Ya el clima estaba enrarecido con la ausencia de Diego Valoyes, supuestamente con Covid 19, y la innecesaria modificaron en el arco. La salida de Guido Herrera del arco por Marcos Díaz trajo más incertidumbres y polémicas que claridad. Y se notó en cancha.

Para colmo desde temprano ya estaba en desventaja con el gol de Weigandt, tras la ineficiente marca de Joel Soñora, quien sigue desaprovechando oportunidades para consolidarse. Sin embargo los síntomas del segundo tiempo ante Patronato se instalaron otra vez en el ambiente en un equipo que lució confundido y sin imaginación.

La actitud mejoró en el complemento y encontró el equipo de Alexander Medina más espacios y profundidad,  siendo el gol errado de Auzqui una acción clave. Es que instantes después llegaron dos desgracias más con la falta de Fragapane fuera del área que el juez Delfino sancionó penal y luego el gol de Brian Aleman. Todo podía empeorar y así fue.

El Albiazul no mejoró luego de la tarjeta roja del colombiano Mancilla, aunque 10 hombres contra 10 tampoco hubo una propuesta para cambiar de ritmo. El equipo no supo reemplazar a Tomás y se quedó con un plantel corto y sin jerarquía donde las consecuencias ya parecen hacer mella, tanto en el rendimiento como en la falta de reacción espiritual.

Gimnasia sin ser brillante aprovechó los espacios y castigó. Ya en el final Lucas Barrios de cabeza puso el tercero para descontrolar a Talleres. Llegó la expulsión de Enzo Díaz y el "Cacique" Medina nunca intentó calmar los ánimos.  Demoró los cambios y nunca supo interpretar el juego, a pesar de que el resultado luce exagerado ya que no existió tal ventaja. Pagó caro su falta de contundencia, un mal repetido en barrio Jardín.

Talleres se encuentra en la nebulosa, sin variantes y más allá de que fue perjudicado con el arbitraje vale decir que lo mismo mostró una imagen muy pálida en todo sentido. Y en ese sentido, asimismo, Medina tampoco sale ileso de las críticas.