Es por lejos uno de grandes emblemas del deporte del Córdoba y marcó una era en el básquetbol nacional, con una manera diferente de jugar y un talento que dejaba boquiabiertos a todos los que lo veían. Se ganó el respeto de rivales, compañeros, entrenadores, dirigentes y no sólo era admirado por aquellos amantes de la pelota naranja, sino que en definitiva, tenía el reconocimiento de todo el abanico deportivo.

Con perfil bajo, sin demasiadas estridencias de estrella, pero sí conociendo que era un distinto, un diferente, de esos jugadores que nunca podían pasar desapercibidos, con la camiseta verde de Atenas o con la celeste y blanca de la selección. Desde Hernando, llegó para cambiarle la vida deportiva al club de barrio General Bustos, liderándolo para conseguir logros tal vez inimaginables años atrás.

Llegó, se puso la camiseta y fue el Gran Capitán de un grupo de jugadores que se encargó de llenar de alegrías deportivas a los cordobeses, en una época en la que todos querían vestir la camiseta de Atenas, ser técnicos o en definitiva, querían ser parte de un equipo y de una generación plagada de éxitos. Hoy cumple 55 y por eso estas palabras para un ídolo de la ciudad y la provincia.

Feliz Cumple Marcelo!!!