Fernando Cravero y una historia de entrega y pasión

Jugó en todas las categorías del Fútbol argentino. Disputó dos promociones para ascender a Primera división. Ganó un ascenso con San Martin de Tucumán.

Hizo inferiores en Boca. Jugó en la máxima categoría con Belgrano y Almagro. En un trayecto de su carrera tuvo la oportunidad de emigrar hacia Paraguay y Colombia. Una lesión en su hombro le impidió poder cumplir ese sueño de jugar fuera del país.

Recorrió varios clubes de la Liga independiente, entre ellos Flor de Ceibo, de la ciudad de Oncativo, equipo que lo vio nacer futbolísticamente, pero su carrera la finalizó en Unión, el clásico rival, donde se consagró campeón a los 38 años.

Él se define como un jugador que debió apelar siempre a su entrega y esfuerzo; y no se imagina una vida sin el fútbol. Ya fuera de las canchas sueña con algún día ser director técnico...

Esta es la historia de Fernando “Huevón” Cravero, una historia del 'Interior'.
Nació en 1980 en la ciudad de Oncativo. Su destino daba la sensación de estar predestinado a estar dentro de una cancha de fútbol y más aún con los colores de Flor de Ceibo, su primer amor, ya que la vivienda donde se crió esta al frente del club. A los 7 años comenzó a desempeñarse en las categorías formativas de “La Loma”. En Flor de Ceibo jugó hasta los 16 años siendo campeón a esa edad con la Primera división en el año 1997.

Luego de presentarse a una prueba, su destino estaría en nada más y nada menos que en Boca. Allí jugo en la Quinta división hasta el año 1999. Sin embargo, debido a las pocas chances de llegar a la Primera de un equipo poblado de estrellas, las oportunidades fueron pocas. No obstante, el aprendizaje fue demasiado.

En ese año le surgió la oportunidad de retornar a su provincia para vestir los colores celestes de Belgrano.

En el "Pirata" estuvo cinco años. El "Huevón" recuerda que en el club del barrio Alberdi firmó su primer contrato profesional y que con el primer sueldo  compró unos sillones para la casa de sus padres... sillones que aún conserva.

En Belgrano jugó en la Primera División del fútbol argentino. Sin embargo, tuvo más minutos de juego en el certamen de la B Nacional, categoría que el mismo manifiesta se le sentaba mejor .

Cuando corría el año 2005, y con 25 años “Huevón” se fue a Buenos Aires para integrar el plantel de Almagro en Primera División,. Algunos problemas económicos y con su representante hicieron que sea un paso fugaz. En el "Tricolor" jugó 14 partidos. En la memoria le queda que le tocó enfrentar a jugadores de la talla de Ariel Ortega, “Pocho Insua”, Lisandro Lopez, y hasta enfrentó a un tal “Kun Agüero” que recién empezaba a hacer sus primeros pasos en independiente.

También tuvo un pequeño paso por Racing de Nueva Italia en el Argentino A donde jugó hasta el año 2006.

Ya siendo un jugador maduro llegó a Tucumán para vestir los colores de San Martín, club en el que logró el ascenso a Primera en el año 2008.  

“Fue en el 'Santo' donde alcance mi mejor nivel y se vio el mejor Fernando Cravero , fue sin dudas el mejor momento futbolístico de mi carrera”, manifestó “Huevón”.

Pero no todo en el deporte es color de rosas. En su mejor momento futbolístico y ya en Atlético de Rafaela, pierde su primera promoción para ascender a la máxima categoría ante Gimnasia La Plata, en lo que fue una de las promociones mas épicas de la historia.
Al tiempo, los planetas parecían que se alineaban para aquel chico nacido en Oncativo con el sueño de jugar a la pelota, ya que se mostró interesado en él nada más y nada menos que Olimpia de Paraguay. No fue la única propuesta para emigrar fuera del país, también Cúcuta equipo colombiano puso los ojos en el volante cordobés. Sin embargo, lamentablemente, sufriría una lesión en su hombro derecho.

“Son esas cosas que tiene el deporte, esos momentos duros, esos sin sabores, donde uno más se fortalece”, explicó el jugador.

Esa lesión hizo que no pueda aceptar ninguna oferta extrajera y se quede en Rafaela para operarse y posteriormente rehabilitarse.

“Me operé en Rafaela, y luego fueron seis meses de rehabilitación. Nunca más volví a tener el mismo nivel, fue muy duro para mi perder esa oportunidad de jugar afuera, no solo era un cambio deportivo sino también económico“, rememora Cravero.

Luego de aquella dura lesión, y tras quedarse sin aquel anhelo de poder jugar fuera del país, el defensor regresó a las canchas y fue entonces cuando pierde su segunda promoción consecutiva y nuevamente ante el mismo rival, Gimnasia de la Plata.

Corría el año 2012 y con varios golpes anímicos y deportivos era el momento de cambiar de rumbo, fue entonces cuando “Huevón” se sumó a Patronato de Paraná, un equipo que empezaba a tener proyectos serios, un conjunto que luego llegaría a primera división, y hasta el día de hoy se mantiene. En aquel momento recientemente había ascendido a la B Nacional. A propósito, Cravero rememora: “Me trataron muy bien en Paraná, me sentí muy cómodo. Fue una provincia y un equipo que siempre guardaré los mejores recuerdos”.
Con pocos minutos en cancha, y antes de regresar a su ciudad natal, tiene un pequeño paso por el Federal B con San Martín (Mendoza) en el año 2012, y luego al año siguiente en el Policial de Catamarca en la misma categoría. 

Ahora llegaba el turno de tomar la decisión más difícil: dejar de ser un jugador profesional y volver a su ciudad.

Retornó a Oncativo. Comenzó con sus tareas laborales en un emprendimiento familiar que hasta el día de la fecha mantiene junto a su padre. Además, paralelamente, seguía jugando a la pelota, A veces sin cobrar dinero, jugando en canchas en muy mal estado, con pelotas más duras, pero siempre con la misma pasión.

Paso por diferentes clubes de la Liga independiente: Flor de Ceibo, Luque, San Lorenzo de Manfredi , y Unión de Oncativo, su último club .

Esta es la historia de Fernando “Huevón” Cravero un jugador sin grietas, amado por toda la gente de Oncativo , pese a que debuto en Flor de Ceibo y salió campeón allí, por esas cosas del deporte finalizó su carrera en el rival de toda la vida, Unión.  Allí finalizó su carrera siendo campeón con 38 años y figura de un equipo que se le venía negando el campeonato durante 10 años.

Un futbolista que llegó a los más alto del fútbol argentino, pero  también conoció y disputo las ligas más humildes. Esfuerzo, trabajo y entrega... Fernando Cravero es una historia del 'Interior'.

(*) Pablo Cerquatti, periodista de Oliva. Especial para LA NUEVA MAÑANA.