“Debemos acercar más la química a la sociedad”

La Nueva Mañana conversó con la doctora Natalia Pacioni, profesora e investigadora del Conicet. “Hay que acercar la química al público en general" dijo.

Ed Impresa 05/08/2022 Mónica Hernández
Dra Natalia Pacioni
Dra. Natalia Pacioni, coordinadora de la Comisión de Concientización y Ética Profesional.

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Desde la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC, hace 9 años que vienen trabajando mediante charlas-taller sobre el uso dual del conocimiento donde se habla de armas químicas, pero también de otros usos ilícitos de la química orientados a profesionales y estudiantes de grado.

La Nueva Mañana entrevistó a la doctora Natalia Pacioni, profesora adjunta e investigadora independiente de Conicet, quien se refirió al rol de la química en la sociedad, y a la concientización y ética profesional, además de las dos caras de la química, y explicó por qué en sus artículos publicados en el espacio Informar.ok habla de héroes o villanos, refiriéndose a los elementos o compuestos.

“Con respecto a por qué héroes o villanos, en general esto es en relación al uso más que por ahí en realidad a la funcionalidad o a la intención con la que se está usando algo y que dependiendo de esa intención uno lo puede calificar como héroe cuando es algo beneficioso para las personas o para algún sistema para el que estemos interesados pero con usos benéficos; en tanto que villanos sería cuando se usan para dañar intencionalmente a la población humana, animal, e incluso vegetal”, explicó la investigadora. 

Los compuestos químicos pueden tener ambas utilidades, es decir que se utilicen como medicamento para la salud, aunque por otro lado compuestos similares podrían llegar a tener un uso dañino en cuanto a la toxicidad o a la intención con que se aplican y “un poco en relación a los comics donde aparece, por ejemplo, el Increíble Hulk, donde el personaje, depende desde dónde se lo mire, puede ser héroe o villano”.

Acercar la química a la sociedad

En relación a la materia en sí sostuvo: “No hay que tener miedo de la química para que no se la vea como una cosa extraña o inalcanzable, como algo sumamente complejo sino ir generando actividades para acercarla al público en general y a la vez reconocer qué cosas se pueden realizar sin ningún inconveniente y con qué cosas tener cuidado. Lo primero es erradicar y tratar de desterrar ese miedo innato que parece que trajéramos cuando nos hablan de química y que enseguida se nos viene la imagen de científico/ca loco/ca o sea como una figura muy estereotipada. En los últimos años se fue avanzando bastante en tratar de hacer actividades desde la facultad o los colegios para acercar más la química a la sociedad y de abrir las puertas de las casas donde se enseñe para ver ese otro mundo maravilloso que presenta y no de asociarla muchas veces con cosas malas”. 

“Entre todos los elementos de la tabla periódica -dijo- seguramente encontremos ejemplos donde son benéficos y donde tienen un uso bien intencionado pero también otros, tal vez del mismo compuesto, entre ellos, muchos elementos que quizás no son tóxicos en sí pero que para su extracción se usa trabajo esclavo o una explotación desmedida, ya que en esto también se incluye la geopolítica, lo que de alguna forma es tangencialmente asociado a esos químicos y por ahí somos menos conscientes. Sobre todo los materiales que se utilizan para elaborar los chips para los teléfonos celulares, por ejemplo, en lo que hay por detrás muchas veces la obtención de esos elementos que tienen otras consecuencias las cuales pueden llegar a ser desagradables, y esos riesgos y daños aún no están minimizados y siguen sucediendo, de lo cual también se debe tomar conciencia”.

Lavandina y Covid-19

Con respecto al tema del protagonismo que tuvo el cloro durante la pandemia, este halógeno tiene un efecto tóxico si se usa en estado puro, pero en las proporciones adecuadas va a resultar con usos benéficos y “si se derramara cloro intencionalmente a gran escala en una piscina eso generaría una nube tóxica y con ello se causaría un gran daño. Fue la primera arma química usada a escala masiva”, añadió la especialista.

Realmente, costó hacer entender a las personas respecto a la aplicación de la lavandina como desinfectante durante el aislamiento social preventivo obligatorio pues provocó intoxicaciones por la utilización en altas concentraciones, hasta el punto en el que una famosa actriz comentó que por el uso excesivo de lavandina muy concentrada llegó a pensar que presentaba los síntomas de Covid-19 y cuando fue a la consulta médica en realidad había sufrido intoxicación con los gases del hipoclorito.
 
(N. de R.: El uso correcto de la lavandina para tales fines es al 10%, pues mientras más diluida está tiene más poder desinfectante).


Armas y precursores químicos 

Educar a los profesionales, principalmente que trabajan con la química, es generando algunas instancias de participación donde se pueda reflexionar. “Nosotros dentro de la FCQ hace ya casi una década que venimos dictando charlas-taller sobre el uso dual del conocimiento donde hablamos de armas químicas pero también de otros usos ilícitos de la química orientados a profesionales y estudiantes de grado que trabajan con esta materia para lo cual, siempre digo, deben estar prevenidos en saber qué podría pasar para saber que podemos actuar en consecuencia si se da alguna postura al respecto y asimismo oponerse en determinada situación hipotética para saber cómo reaccionarían y cómo actuarían si se diera ese caso y además ver hasta dónde van los propios límites, pues esos autolímites que uno se pone no necesariamente son tan lineales ni tan conocidos y van a depender muchas veces de la situación en la que estamos viviendo”, comentó Pacioni. 

Entre los organismos que regulan la utilización de armas químicas a nivel internacional el oficial es la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), encargada de la aplicación internacional de la Convención sobre Armas Químicas, conformada en 1997 y laureada en 2013 con el Premio Nobel de la Paz por la labor desarrollada en la guerra civil siria.

Quién controla

A nivel nacional, en Argentina funciona la Autoridad Nacional para la Convención de Armas Químicas (ANCAQ), dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, que se firmó en París en 1993, y que se basa en 4 pilares fundamentales: desarme, no proliferación, asistencia y protección, y cooperación internacional.

La ANCAQ además es la encargada a nivel nacional de que las empresas e industrias que trabajan con precursores químicos vayan declarando las cantidades que adquieren de los mismos regulados, según tres listas. Los de la lista 1 cuando son conocidos que tienen un uso como arma química, los cuales poseen umbrales (cantidades que puede tener un país a nivel anual) muy bajos y que cuentan con usos particulares que no vayan contra la convención.

Los de las listas 2 y 3 generalmente son utilizados para generar insecticidas o agroquímicos o para la industria del plástico, para lo cual deben estar regulados y se pueden tener cantidades un poco mayores, aunque no se pueden acumular, de lo contrario son pasibles de inspecciones por parte de la OPAQ.  

Por último, los viernes 9, 16 y 23 de septiembre se realizarán las IX Charlas-Debate sobre “Uso dual del conocimiento”–Responsabilidad social de científicos/as y profesionales en la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC. Para obtener más información escribir a [email protected] o [email protected] 

 

 

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