La política cordobesa atada a los movimientos en el nuevo Congreso

Los bloques radicales son comandados por figuras provinciales cuya disputa se arrastra desde la interna. Rebotes en la Unicameral y en el Concejo. El peronismo, atento y expectante.

Ed Impresa 10/12/2021 César Martín Pucheta César Martín Pucheta
Ed 236 © Pito Campos
La agenda opositora tendrá a los representantes cordobeses y cordobesas como protagonistas estelares en el Congreso de la Nación. Ilustración: Daniel "Pito" Campos.

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El recambio legislativo que se hará efectivo hoy viernes tras la jura de los nuevos legisladores y las nuevas legisladoras nacionales abre oficialmente una nueva etapa en la vida política nacional, que en este caso acompañará el segundo tramo de la primera gestión del Frente de Todos. Como ya se dijo, el presidente Alberto Fernández buscará llevar a cabo los planes de Gobierno que “la pandemia truncó” y, para eso, será necesario tejer una serie de acuerdos con la oposición que, envalentonada tras el resultado de noviembre, no parece demasiado decidida a acompañar sin interponer una serie de exigencias que ya han sido anticipadas en artículos periodísticos y mensajes de campaña.

En esa agenda opositora, que pone un objetivo mucho más claro en el 2023 que en el acompañamiento al trayecto que hoy comienza, tendrá a los cordobeses y cordobesas como protagonistas estelares. Sobre todo a quienes se paran en la vereda de enfrente al Frente de Todos, es decir, a los que integran Juntos por el Cambio y Hacemos por Córdoba.

La interna eterna

UCR
Bloque de diputados nacionales que preside el cordobés Mario Negri.

Esta semana, la disputa radical que había comenzado en la interna cordobesa de marzo terminó por romper el bloque del radicalismo en la Cámara de Diputados de la Nación. ¿Razones? A todas luces la explicación que más cierra tiene que ver con los personalismos en pugna, pero eso no permite descartar que detrás de esa disputa por nombres y cargos, también haya una mirada respecto a las candidaturas del año 2023. A nivel nacional, pero también a niveles provinciales. Córdoba no es la excepción a esa regla.

De la misma manera que lo hicieron en las internas de marzo (las radicales), y las primarias de septiembre, Mario Negri y Rodrigo De Loredo encarnan dos ideas distintas al momento de pensar las estrategias opositoras.

Una más tradicional, personificada en un Negri que comandará por quinto período el bloque del partido en la Cámara baja, con anclaje en las estructuras tradicionales del partido y sosteniendo los diálogos y las formas dentro de Juntos por el Cambio. La otra es más audaz, reniega del papel que el partido centenario ha ocupado en las últimas décadas y se propone discutirlo, aun cuando eso signifique exponer distancias y hasta enfrentar electoralmente a sus socios en la coalición opositora. En esa línea de pensamiento identificada nacionalmente tras la figura de Martín Lousteau, se inscribe De Loredo.

En Córdoba nadie se imagina que esa disputa protagonizada centralmente por referentes locales no traiga aparejada sus consecuencias. De hecho, hoy también asumirá sus funciones como diputado el presidente del Comité provincial, Marcos Carasso. Aunque pueda haber pasado por alto en los últimos meses, la banca para el intendente de General Cabrera quedó asegurada en el momento mismo en que Juez y Negri se presentaron como aspirantes al Senado en las PASO. Ambos habían accedido a su actual mandato desde la boleta de Juntos por el Cambio del 2019, Carasso ocupó el séptimo lugar de una lista en la que entraron seis. Por lo cual se ganó el derecho a suplantar a cualquiera de los dos aspirantes a la Cámara alta.

¿Cómo hará Carasso para intentar mediar en la disputa, como efectivamente lo hizo en las PASO declarándose prescindente de la discusión, cuando tiene una participación activa en uno de los bandos en pugna? Referenciado internamente con Morena, la línea interna negrista en Córdoba, Carasso se las tendrá que arreglar para que la sangre no llegue (en mayores volúmenes) al río. Para él, el proceso posterior a la interna puede servir de modelo. “Tenemos que aprender a convivir y no dejar a un costado el mandato de la gente”, repite como un mantra en el que la “unidad para gobernar en el 2023” es el desafío primario.

Lo que dice el titular provincial de la UCR tiene toda la lógica del mundo si uno escucha las acusaciones y las reivindicaciones de los dos bloques boina blanca en el Congreso. Ambos se reconocen como fervientes opositores y se acusan de ser “funcionales” al Gobierno nacional. “Vamos a ser halcones”, aseguró De Loredo. Los años de Negri en la escena nacional demuestran que, por lo menos a nivel nacional, no ha tenido mucho de “paloma”. ¿Cuáles serán las diferencias entonces? Además de los proyectos a futuro, algunos vaticinan estrategias distintas a la hora de negociar con los bloques no alineados del Congreso. Entre ellos, el de Hacemos por Córdoba.

Pro Hacemos
Legisladores electos de Hacemos por Córdoba.

El peronismo seducible

Carlos Gutiérrez, Natalia de la Sota e Ignacio García Aresca integrarán el espacio cordobesista que tendrá una interacción más amplia desde el Interbloque Federal. Luego de varias bajas, ese espacio quedó reducido casi una decena de bancas entre las que se destacan la de Graciela Camaño y la de Florencio Randazzo.

Si bien los cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti han anticipado una agenda centrada en los temas que tienen que ver con los intereses de los sectores productivos cordobeses, el mapa político nacional espera a ver su comportamiento cuando los temas más controvertidos comiencen a tironear sus voluntades desde los espacios mayoritarios.

Allí radican los motivos de “celebración” del peronismo provincial en torno a las posibilidades de “juego nacional” que les permitió el resultado electoral de noviembre. Más allá de los números, que proyectados hacia el 2023 dibujan un panorama más que oscuro respecto a las posibilidades de mantenerse en el poder tras la salida de Schiaretti de El Panal, Córdoba espera hacerse fuerte en las discusiones por venir en el Congreso. Además de los tres diputados, el rol de Alejandra Vigo en el Senado será aún más determinante. Sobre todo a sabiendas que el efecto electoral golpeó al oficialismo de modo mucho más contundente en la Cámara alta.

La semana que viene empezará a correr el tiempo de descuento para la realización de la reunión que Juntos por el Cambio le pidió a Schiaretti y que desde el Ejecutivo provincial fecharon para “después de la asunción del nuevo Congreso”. Esas charlas puertas adentro pueden resultar determinantes para comenzar a proyectar la convivencia futura en los temas de agenda legislativa.

De Loredo
El bloque Evolución al que se incorporó Rodrigo De Loredo.

Chisporroteos en la Legislatura

De esa discusión también empiezan a aparecer algunos interrogantes respecto al derrame local de los acuerdos y desacuerdos nacionales.

Aunque en Córdoba no hay ningún tipo de recambio legislativo de medio término, la victoria de Juntos por el Cambio volvió a hacer rodar intentos en torno a una posible unión de los bloques legislativos opositores que se conformaron a partir de las listas que compitieron por caminos separados en la provincial del 2019. En principio eso se descartó a partir de una razón estratégica. Siendo segunda y tercer minoría, el reparto de cargos termina conviniendo tanto al bloque que comanda Orlando Arduh como al que preside Marcelo Cossar.

Pero mientras el país observaba cómo se quebraba el radicalismo en la Cámara de Diputados, en Córdoba un proyecto en torno a la legislación del juego electrónico dividió opiniones entre el cambiemismo mediterráneo. Incluso, tal como sucede a nivel país, la verba empezó a elevar en tono y aparecieron acusaciones que el oficialismo se dedica a observar para luego tomar partido sólo a partir de su voto en recinto.

En agenda, la re-reelección en los municipios también aparece como un tema espinoso. “No hay definiciones al respecto porque las aguas están muy divididas”, dijeron a La Nueva Mañana desde una de las intendencias radicales que encabezan las discusiones en torno a un tema que, sin proyectos oficializados, viene preocupando al peronismo que no quiere avanzar sin tener la certeza de que la oposición no saldrá a “buscar rédito a partir de la crítica”.

La banca vacante, otra interna

El Concejo Deliberante tampoco queda exento de los coletazos de las discusiones que tienen epicentro en las estructuras superiores. El último foco de conflicto es el reemplazo de Rodrigo De Loredo, quien asumió desde la boleta de la UCR pero que, al igual que lo hizo en Diputados, armó su propio bloque con el nombre Evolución.
En aquella lista, en la que el hoy diputado fue candidato a intendente, la primera persona que no alcanzó a ingresar al concejo es Mariana Jaime, actualmente enrolada en la línea interna que conduce Ramón Mestre. Quien sigue y puja por ingresar argumentando la ley de paridad de género es Lucas Bailan, que forma parte del armado de Javier Bee Sellares, distanciado desde hace tiempo ya con el exintendente y que en la interna radical de marzo se paró tras la candidatura de De Loredo.

Más allá de cómo se termine solucionando el entuerto, que al cierre de esta edición ya se había judicializado, la pregunta en cuestión puede ser otra y parece más de fondo. Jaime plantea que no se tenga en cuenta la ley de paridad y que la sucesión se haga sin tener en cuenta el género. Ahora bien, en la última elección, teniendo en cuenta que los primeros dos candidatos a concejales son los aspirantes al Ejecutivo, ingresaron cuatro hombres y dos mujeres. Entonces, la pregunta del millón sería si no es momento de revisar esa normativa.

Hacemos PJ Federal
Los cordobeses de HXC son parte del interbloque federal junto a Florencio Randazzo.

 

 

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