Madurar de golpe, el desafío de Blázquez

 

 

A dos puntas, o mejor dicho de palo a palo, es la vertiginosa situación que le toca vivir al juvenil arquero de Talleres Joaquín Blázquez, hoy titular por accidente en un equipo que invierte ilusión y esperanza en la Copa Maradona. Entre medio de dos referentes y otro golero de primer nivel, el oriundo de Luque -de 19 años- se encontró con ese impensado e inesperado desafío, a la par de su entrenamiento en el predio de AFA en Ezeiza con la Sub 20, con Tokio 2021 a la cabeza. 

¿Se imaginan las emociones y las expectativas en la cabeza del pibe? Ni hablar los secretos en voz alta que dirá en el espejo el DT Alexander Medina, que ya utilizó tres arqueros en ocho partidos y como para sumarle un ingrediente más la ensalada, regresa el histórico Guido Herrera de su frustrado paso por el fútbol de Turquía, como para sumar competencia y algo de dramatismo a la designación del titular. 

Sin embargo, quiso el destino que la responsabilidad bajo los tres palos quede para un Blázquez en plena formación y maduración deportiva y humana, a pesar de su experiencia en las convocatorias nacionales. Aunque ahora tendrá que demostrar que sus reflejos no ameritan una incorporación de última a causa de una desconfianza natural, sino de que tiene potencial como para cuidar el puesto más ingrato de todos. 

Claro, el diagnóstico indica una dolencia en una zona sensible pero tampoco letal. No obstante, el dilema de los arqueros representa un karma para Talleres, y dentro de esa depuración por lesiones, la responsabilidad queda indefectiblemente para un Blázquez, aún con los plásticos del debut. Madurar de golpe y dar la cara en tiempos sinuosos. 

Que no sea por descarte, es la cuestión 

Pensar que el privilegio iba a ser para Mauricio Caranta y sus 42 años, casi a modo de despedida de la actividad profesional, mientras calentaba motores el ex Boca Marcos Díaz. Ese era la planificación inicial de la dirigencia, casi a modo de homenaje y “muchas gracias” al ex Instituto. Blázquez ni siquiera figuraba en el mapa. Mientras esperaba su oportunidad, combatía la ansiedad con citaciones a los seleccionados juveniles. 

Ya Guido Herrera era historia y recién en marzo regresaría para disputar la Copa Sudamericana, con una pulseada feroz con Díaz para definir la titularidad. Resulta que Caranta sumó grandes actuaciones y parecía indiscutido; aunque una lumbalgia, más algunas decisiones institucionales, le abrieron el camino a Díaz. Lo fueron empujando desde ambos flancos. El destino y los accidentes quisieron que el ex Boca y Huracán apenas acumule dos partidos y un puñado de minutos, hasta que una fuerte contractura lo sacó de la cancha. Ahí apareció Blázquez para dar la cara prematuramente ante Atlético Tucumán, con Talleres en desventaja en el marcador aunque respondiendo sobriamente, sin grandes exigencias pero ningún paso en falso tampoco. 

¿Y ahora? Ya con Herrera entrenando en el predio de las 24 hectáreas, son cuatro los arqueros, todos con nivel para estar desde el inicio (Blázquez puede ser el único en observación en esa lista). Cierto es que administrativamente recién en la reapertura del libro de pases, el 23 de enero, podrá estar disponible para atajar. No obstante, la dirigencia albiazul apuntará a un pedido excepcional en AFA en virtud de lograr una habilitación especial. ¿Se dará?

En caso de que avance favorablemente ese trámite, lo mismo el próximo compromiso ante Gimnasia La Plata estará Blázquez, como acto de respaldo. El escaso tiempo de aclimatación de Herrera y al no ser parte del proceso y sin pretemporada son aspectos que debilitan sus posibilidades sobre todo en la consideración del “Cacique”, hombre de palabra y ley. 

¿Y Marcos Díaz? Si se trata de desgarro, quedaría afuera por no menos de tres semanas, o un mes. Casi todo lo que resta del torneo. En un puesto tan vital donde la experiencia es la mejor consejera, de repente a Talleres le tocan vivir una serie de eventos desafortunados que ponen en escena a al juvenil con toda la obligación de responder y ser protagonista. 

El suplente será Franco Fragueda (20) años, alguna vez alternativa en el primer equipo. De todas maneras, Blázquez también tiene los mismos antecedentes y solo el paso por Valencia B a préstamo lo ponía como un proyecto por decantar, con más maceración en el horno, exhibiendo también en su legajo una foja de selección, con el mundial Sub 20 de Polonia que lo tuvo entre los citados, y con la misma perseverancia que lo llevó también a estar en el grupo que sacó el pasaje a Tokio 2021 en el preolímpico de Lima. Ahora tiene su hora más complicada, o mejor dicho su desafío más exigente a nivel profesional. Nada menos que en un Talleres sin complejos de inferioridad y cuyos rendimientos elevaron la ilusión de todo barrio Jardín, a pesar de que los objetivos primarios lucían más modestos en la previa. La necesidad de estar a la altura y de que no le pese la inexperiencia en esta aventura serán los obstáculos por enfrentar para Blázquez, aunque si de desafíos se trata, ya tiene claro de qué se trata eso de exponerse y mostrar su capacidad con los guantes, en el puesto más vigilado por todos y con tantos referentes a sus espaldas que también pugnan por su lugar. Por lo que ha demostrado, hay confianza de sus pares para esta audaz empresa.

 

 

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