Beatriz Caputto: El 'techo de cristal' también cruje en la ciencia

Una mujer encabeza por primera vez la Academia Nacional de Ciencias en 150 años de historia. Fin de paradigma y punta de lanza contra el statu quo científico en Latinoamérica.

País 22/05/2020 Miriam Campos Miriam Campos
Beatriz Caputto
Beatriz Caputto, es doctora en Química, científica del Conicet y profesora titular plenaria de la UNC. Foto: gentileza.

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La decisión se tomó hace diez días y la noticia fue dinamita: Beatriz Caputto, doctora en Química, científica del Conicet y profesora titular plenaria de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), fue elegida para dirigir los próximos años, la Academia Nacional de Ciencias (ANC), la institución creada en 1868 por Domingo Faustino Sarmiento, que en un siglo y medio de vida nunca, jamás, designó a una mujer investigadora para conducirla.

De hecho, la primera inserción del género femenino fue recién en 1995, cuando se incorporó a la botánica Teresa Di Fulvio, es decir 125 años después de ser fundada la ANC, por lo que la presencia de mujeres científicas en estas instituciones de académicos, nunca ha sido la regla.

Ahora, la chispa está encendida y la nueva dirección de Caputto en Argentina no pasa desapercibida para el resto de los países americanos -sobre todo los de habla hispana- que conforman la Inter-American Network of Academies of Science (Ianas), la red que nuclea a las academias de ciencias de los distintos países del continente. 

Academias con pocas científicas 

Hasta el momento, dentro de Ianas, Estados Unidos, fue el primero en designar a una científica al frente de su Academia Nacional de Ciencias creada en 1863 por Abraham Lincoln, pero al igual que en Argentina, recién ocurrió en este siglo. El dato no es menor, porque de los 23 países que pertenecen a la organización interamericana, solo el 22% de la población científica que conforman las academias son mujeres.

El dato surgió tras un censo impulsado por el programa ‘Women for Science’ de Ianas, que en 2014, en su primera implementación, buscaba determinar la participación de las científicas en las Academias de Ciencias como así también precisar cuántas de ellas lograron ocupar posiciones de liderazgo dentro de estas instituciones. Ese año, los números arrojaron que solo había un 18% de mujeres investigadoras respecto del total de miembros. Y desde entonces la cifra ha variado, pero nunca superó el 22%.

“Esto es un problema general y es algo que la red de Academias de Ciencias está intentando cambiar. Nosotros acá, internamente veníamos discutiendo cómo era posible que no tuviéramos la participación de tantas científicas, y es por ello que se creó una comisión ad hoc llamada Mujeres en Ciencia, que comenzará a funcionar ahora”, dice a La Nueva Mañana, Beatriz Caputto y a la pregunta si cree que su designación podría influir para trabajar sobre la paridad de género en las Academias de Ciencias de otros países de la región, la respuesta es concisa: “No tengo ninguna duda que sí”. 

“Nosotros acá, internamente, veníamos discutiendo cómo era posible que no tuviéramos la participación de tantas científicas, y es por ello que se creó una comisión ad hoc llamada Mujeres en Ciencia”.

-¿Por qué es difícil para las mujeres científicas acceder a cargos jerárquicos?

 - No es un problema simple ni tampoco único. Uno es el cultural: la falta de apoyo es importante, porque el entorno muchas veces espera que en las cuestiones familiares sea la mujer, sobre todo a la hora de tener hijos, quien se haga cargo de la familia. Ahora eso está cambiando mucho, los muchachos saben que en cuestiones domésticas tienen que ponerse al lado de la mujer y trabajar pero no siempre es así, sobre todo en las personas más grandes. Muchos esperan que la mujer haga lo que supuestamente ellos estiman que tiene que hacer, que es cuidar a sus hijos y ocuparse de la casa; es una cuestión, en parte, de educación. Muchas científicas, al tener hijos no reciben ese apoyo. Hay investigadoras brillantes que, presionadas, han abandonado.

Lo que señala Caputto hace referencia al término “techo de cristal”, que surge como un obstáculo en el desarrollo profesional de las mujeres. Así como en los distintos ambientes laborales, en el ámbito científico, donde la competitividad productiva, traducida en cantidad de publicaciones académicas es prácticamente el motor, la maternidad y las tareas de cuidado se convierten en barreras para que las científicas asciendan y ocupen espacios de liderazgo, cruciales a la hora de tomar decisiones. 

“En el departamento donde trabajo en la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC, que se creó en el 1963, yo fui hace unos años atrás la primera profesora titular, antes solo había hombres, después hubo dos mujeres más. Esto nos muestra que en 57 años solo hubo tres mujeres profesoras titulares. Es importante prestar atención a estas cosas”, describe Caputto. 

Visibilizar la labor de las investigadoras

Visibilizar a las científicas es una iniciativa que se viene trabajando desde la gestión saliente de la Academia Nacional que estuvo a cargo del matemático Juan Tirao, y si bien se habilitó la comisión Mujeres en Ciencia para trabajar sobre medidas concretas y se apuntó a internacionalizar a la Academia Nacional Argentina, en el plano de lo simbólico se impulsó instituir que uno de los premios que otorga la ANC a las y los investigadores, lleve el nombre de una mujer científica. “Hasta el momento, los tres premios que entrega la Academia, tienen nombres de varones, por eso es valioso reivindicar el trabajo de las investigadoras”, dice Caputto y agrega que el Premio a la Trayectoria llevará el nombre de la médica Eugenia Sacerdote de Lustig. “De a poco vamos”, dice.

“Las condiciones siempre han sido adversas para las mujeres en la ciencia, por las condiciones de género, por las condiciones económicas que atraviesa el país. Siempre hay tantas cosas en contra, que lo mejor que podemos hacer las mujeres es no renunciar”, dice Caputto y explica que no es una disyuntiva entre renunciar al desarrollo personal o renunciar a la familia, pero sí es necesario que se apoye desde ese lado a las mujeres.

 “Si nuestro sueño es desarrollarnos como investigadoras, es algo que se tiene que perseguir. En mi caso nunca quise dejar de lado a mi familia, pero tampoco, jamás, estuve dispuesta renunciar a mi carrera, a ninguna de las dos cosas" explica y cierra: "Hay que defender eso porque cuesta”.

La trayectoria de Beatriz Caputto:

Beatriz Caputto es doctora en Química, egresada de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba y desde su etapa de becaria hasta el presente a ocupado todas las posiciones docentes, hasta alcanzar el grado de Profesora Titular Plenaria que ocupa desde el año 2007.

De su actividad científica de los últimos años, se destaca el hallazgo de una nueva función para una proteína descripta hace más de veinte años. En 1995 su grupo de trabajo obtuvo las primeras evidencias que muestran que las proteínas c-Fos, además de su actividad genómica como regulador transcripcional tiene la capacidad de regular mecanismos claves para la génesis de membranas en el citoplasma celular.

Ha publicado más de cuarenta trabajos en revistas de difusión internacional. En reconocimiento a sus estudios ha dictado conferencias en eventos científicos nacionales e internacionales. Es Miembro del Cuerpo de Editores de la revista Journal of Neurosciences Research y Miembro del Consejo Asesor de la Fundación para el Progreso de la Medicina de Córdoba.

Ha recibido el Premio Bernardo A. Houssay 1992 otorgado por la Sociedad Argentina de Biología, el Premio Academia de Ciencias Médicas de Córdoba 2006 y el Accesit Premio Fundación Florencio Fiorini 2007 otorgado por LALCEC. Además de ocupar cargos en diversas Comisiones Directivas de la Facultad de Ciencias Químicas, ha sido Presidenta de la Sociedad de Biología de Córdoba, Presidenta de la Sociedad Argentina de Neuroquímica y Presidenta de la Sociedad Argentina de Investigaciones en Bioquímica y Biología Molecular.

Fue electa Representante por América Latina para integrar la Steering Committee de la International Conference on the Biosciences of Lipids.

Ahora estará al frente de la Academia Nacional de Ciencias, que en los últimos años ha incorporado a más investigadoras en su comisión directiva. Entre los objetivos que se plantea Caputto para su gestión en la ANC es dar continuidad a la iniciativa de "alfabetización científica" en las escuelas, y que la institución continúe acompañando el desarrollo científico destacando la labor de las y los investigadores, en particular de los jóvenes. Además, reforzar la internalización de la academia argentina en su colaboración con la Inter Academy Parnerts (IAP), la red que funciona a nivel global: "Es algo que queremos seguir construyendo y nos parece muy importante que todas las academias del mundo aportemos y contribuyamos para que se puedan resolver problemas que son de índole mundial".

 

 

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