Pablo Tissera, jefe de la Filial Córdoba del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, habló con La Nueva Mañana sobre el cooperativismo y su rol clave en la cadena de producción.
Ed Impresa 28/02/2020
Gabriela Yalangozian
Pablo Tissera se desempeña como jefe de la Filial Córdoba del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC Córdoba). Tiene 44 años y es licenciado en Administración de Empresas recibido de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Nacido en Córdoba Capital, fue criado por sus abuelas y abuelos en Río Cuarto luego de que su madre y su padre fueran asesinados por la última dictadura cívico-militar a fines de 1976. A la ciudad de Córdoba retornó en el año 2007 para iniciar su trabajo en la Federación de cooperativas IMFC.
Se define como un “militante cooperativista”, con el objetivo de ser “un constructor de la integración cooperativa desde las bases, con mirada federal, promoviendo el desarrollo local”. Asegura que su finalidad es trabajar el interés por la comunidad dentro del sector, “que va mucho más allá que satisfacer las propias necesidades de las y los asociados a una cooperativa”.
En diálogo con La Nueva Mañana, Tissera recordó que el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos acaba de cumplir 61 años de trayectoria.
“Nació en el año 1958, como necesidad de las Cajas de Crédito Cooperativas (CCC), bancos populares que llegaron a ser 1.000 aprox. en todo el país y a controlar el 10% del sistema financiero nacional. El IMFC movilizaba los fondos cooperativos de acuerdo a las demandas territoriales, estacionales y productivas. Dicha tarea se plasmaba con un profundo convencimiento basado en el desarrollo del mercado interno productivo: la inclusión social”, comentó.
“Desde su nacimiento, pasó etapas de gobiernos democráticos débiles, con momentos favorables en periodos de gobiernos populares, pero también vivió dictaduras cívico-militares que pretendían hacer desaparecer el cooperativismo de crédito. Tal es así que con la Ley de Entidades financieras del año 1977 pronunciada por Martínez de Hoz buscaron su extinción, pero encontró una gran resistencia del movimiento que llevó a la constitución de bancos cooperativos, quedando hoy el Credicoop como el único asociado al IMFC. Al día de hoy, el Instituto fue renovado pero mantiene las mismas convicciones”, afirmó.
- ¿Cuáles son los objetivos que se proponen desde el IMFC?
- Nuestra visión es consolidar una federación autosustentable; contribuir a formar dirigentes imbuidos del ideario cooperativo con pensamiento crítico y compromiso social; e incidir en la construcción de vínculos perdurables entre la economía solidaria y el Estado.
Nuestra misión, en tanto, es la de contribuir al desarrollo de la economía solidaria en su conjunto, y avanzar en la construcción de una Argentina con más democracia participativa y justicia social.
Buscamos representar gremialmente a las cooperativas, aportar a la integración, difundir el ideario cooperativo y dar la batalla cultural a través de múltiples medios. Además, articulamos acciones destinadas a la promoción del cooperativismo.
- ¿Cómo se concretan esos objetivos?
- Desarrollamos diferentes líneas de trabajo con perspectiva de género y orientadas a todo el sector cooperativo. Una de ellas es el otorgamiento de microcréditos a cooperativas con tasas subsidiadas por el Estado nacional.
También difundimos el mensaje institucional, a través de micros radiales diarios y un programa semanal “Desde La Gente Córdoba” que se retransmiten en más de 30 emisoras de la provincia, con columnas en páginas web y a través de nuestra revista Acción. Además, realizamos talleres de educación cooperativa en diferentes puntos de la provincia.
También contamos con la Secretaría de Género del IMFC trabaja a nivel nacional y local, bajo la presidencia ejercida desde Córdoba por Marta Gaitán. Tiene por objetivo promover la perspectiva de género y la participación de las mujeres en el sector.
Brindamos asesoramiento técnico para constitución de cooperativas, y fomentamos la vinculación con el Estado a nivel nacional, provincial y local, en lo que hace a la articulación para la gestión de proyectos.
Al mismo tiempo, trabajamos en el mapeo de la Economía Social y Solidaria, a través de la aplicación para celulares ESSApp, herramienta que servirá para la promoción del sector.
- El 20 de febrero se realizó el tercer Plenario de la Economía Social y Solidaria, ¿qué objetivos tiene?¿Cuál es su rol en el desarrollo local?
- Estos plenarios fueron creciendo en cantidad de cooperativas participantes, en organización y en debate sobre el rol que debe cumplir el sector y el propio Estado en sus tres niveles.
El primer plenario tuvo por objetivo reunir al sector, saber quiénes somos, dónde estamos, qué bienes o servicios ofrecemos a la comunidad como empresas cooperativas, e iniciar el camino de la construcción de confianza, debatir sobre el rol del Estado y su función de promotor del cooperativismo como lo dice su Carta Orgánica Municipal en su artículo 37. Así, partimos de realizar un diagnóstico, conocer nuestras necesidades, que principalmente pasan por el asesoramiento técnico, acceso al crédito productivo, consideración en el sistema tributario como sujetos no equiparables a sociedades comerciales, capacitación, promoción del compre cooperativo/ESyS/Pyme, entre otras.
Luego, pasamos a pensar conjuntamente propuestas para el desarrollo. Por tal motivo, creímos necesario proponer a la Municipalidad la organización de una Mesa de diálogo y trabajo conjunto Municipio/Sector Cooperativo, también a nivel provincial y nacional, que tenga por fin integrar el cooperativismo, constituir una Mesa local de Asociativismo impulsada por el INAES, coordinar una agenda de trabajo, elaborar ordenanzas, y gestionar proyectos.
En los plenarios subsiguientes se avanzó en profundizar la organización, para ello se constituyó un Observatorio de la ESyS que en una primera etapa inició el relevamiento del sector, y luego la constitución de áreas de trabajo vinculadas a la Educación Cooperativa, Asesoramiento Técnico, Comunicación y Vivienda.
- ¿Qué expectativas tienen respecto al nuevo ciclo político que se abrió a partir del 10 de diciembre?
- Estos últimos cuatro años gobernados por un estado neoliberal fueron considerados hostiles tanto para el sector cooperativo y de la economía social-solidaria como para las pymes. Vimos que el trabajo, el consumo y la producción estuvieron en caída, se llegó a un ilegítimo endeudamiento externo -hoy en plena negociación- y creció la inflación.
Se trató de un mix que nos impactó de lleno. Fue una bomba de tiempo que estoy convencido detonó en las urnas el pasado 10 de diciembre.
A poco más de dos meses de gobierno de la nueva gestión nacional, es notorio el cambio de rumbo, con la implementación de un modelo económico que beneficiará a las mayorías populares, partiendo por desterrar el hambre del país.
El presidente Alberto Fernández nos abre expectativas auspiciosas de crecimiento y desarrollo del sector con un rol protagónico en la dinamización de la economía. Un ejemplo de ello es el anuncio ministerial para la realización de obras públicas por cooperativas contratadas directamente por Municipios y comunas.
Personalmente, entiendo al cooperativismo como un engranaje necesario en la cadena de producción y desarrollo económico-social-local genuino, que mantiene y crea nuevos puestos de trabajo. Estoy convencido que en esta etapa del país debemos protagonizar junto al resto de sujetos de la economía social y solidaria, de la economía popular y pyme, la implementación de un modelo basado en la producción nacional, la justicia social y la participación popular.
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