Stola: “Macri coincide con la caracterización del macho violento”

Tras la derrota de Cambiemos en las Paso, y los discursos del presidente Mauricio Macri donde acusó a los votantes, luego se disculpó y posteriormente prometió cambiar, desde distintos sectores, feministas principalmente, se comparó su actitud con el círculo de la violencia de género.

El reconocido médico psiquiatra y psicólogo Enrique Stola, quien se especializa en el abordaje de esta problemática, habló con La Nueva Mañana sobre esta problemática en general y aseguró que el mandatario encaja perfectamente en la categorización del “macho violento”. Además, lo definió como un “estafador emocional” y dijo que las elecciones primarias fueron un ejercicio de liberación para millones de personas que decidieron mostrar su disidencia con el Gobierno nacional.

Stola, un referente en la lucha por los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBIQ, visitará la ciudad de Córdoba la próxima semana para disertar en el “Simposio sobre Femicidios” que organiza Asociación ConVoz y que se llevará a cabo el 12 y el 13 de septiembre, en la Ciudad Universitaria.

- Tras las Paso, el presidente Mauricio Macri fue criticado desde distintos sectores, en especial desde el feminismo, el cual comparó sus discursos posderrota con el funcionamiento del circuito de la violencia. ¿Qué opina de esa analogía?

- Me niego de hacer un diagnóstico de las personalidades políticas, pero sí puedo hacer una caracterización política de Macri y reconocer por ejemplo su incapacidad a la hora de formular una oración con sujeto y predicado, que tenga algún sentido. Cabe preguntarnos como sociedad qué nos ha pasado en Argentina que hemos elegido a dos hombres que se parecen mucho, Menem y Macri. Ambos usaron políticas neoliberales, pero no fueron elegidos por sus políticas neoliberales. Estos dos tienen común denominador: son hombres profundamente mediocres, superficiales, de bajo nivel cultural y con poder económico, muy dominantes y absolutamente mentirosos. Y en este tema, Macri sí coincide y puede ser incluido en la caracterización del macho violento. Porque estos hombres son estafadores afectivamente, y en un vínculo de pareja o a nivel macro, lo que hacen es mentir para tratar de seducir, mientras desde la pareja o desde la población, en este caso, hay una transferencia de afecto genuina. Y cuando la persona o la población demuestra que hay algo que no le cierra, es cuando el violento comienza a sentir las consecuencias.

- ¿Considera que las Paso fueron esa instancia?

- Sí. Las Paso fueron un ejercicio de liberación para millones de personas que no habían expresado su disidencia. Un malestar que no fue detectado por las encuestas de forma fehaciente, pero que se vio claramente como lo que fue: una acción en contra del macrismo.

- ¿Detecta rasgos de violencia de en el discurso macrista?

- Así como en Europa hay un sentimiento de profundo rechazo a los inmigrantes, en Argentina el discurso de Macri pivotea con componentes racistas sobre la supremacía moral. Ellos (por Cambiemos) han logrado hacer sentir a una parte de la población que son los buenos. La supremacía moral, que no es otra cosa que la supremacía blanca, es algo que sostuvo el Gobierno actual y que, recordemos, durante más de tres años tuvo a los medios y a muchos periodistas hablando de los ‘choriplaneros’, los ‘vagos’, contra de los discapacitados, contra los pueblos indígenas del sur. Y este odio tiene que ver con el dispositivo de la dominación masculina. Por otro lado, está la reivindicación de una mujer machista como Patricia Bullrich (ministra de Seguridad) y su metodología bolsonarista que es la reivindicación del odio de clase a los pobres, el rechazo, el asco a los pobres.

- ¿Hasta qué punto puede recuperarse un violento?

- Lo máximo que podemos llegar a hacer es controlar la violencia, no erradicarla. Una vez leí a un destacado psiquiatra español, Enrique Echeburúa, que decía ‘bueno, intentémoslo, si de 100 varones, uno solo aunque sea llega a controlar su violencia esto significa que muchas mujeres no van a ser golpeadas’, y yo estoy de acuerdo con eso. Hay que derivar fondos para contener y trabajar desde una perspectiva feminista con los varones violentos a través de la psicoeducación.

- ¿Qué rol considera que tiene la Educación Sexual Integral en la lucha contra la violencia de género?

- Pienso que es fundamental para reducir los niveles de violencia extrema porque estimula el respeto hacia el propio cuerpo y hacia el otro cuerpo. Y además les enseña a les niñes a ejercitarse en configuraciones democráticas y a desarrollarse en una ética de cuidado. Entonces es clave para desarticular los modos machistas de dominación. Es por ello que se oponen tanto las estructuras religiosas, cuya base es la subordinación de la mujer.

- ¿Hasta qué punto un chiste machista, el acoso o un insulto en la calle se relacionan con los femicidios?

- Las mujeres hace siglos que vienen soportando violencia de baja intensidad con conductas evitativas, pero lo cierto es que este tipo de actitudes tienen vínculo directo con los femicidios. Por eso desde mi perspectiva es erróneo llamar a estos actos ‘micromachismos’, ya que lo cierto es que hay una conducta y una actitud machista que se expresa con un pequeño gesto, con una mirada, o con un golpe. Es machismo puro, entonces todas esas conductas lo que hacen es mantener un escenario en donde se sostiene la jerarquización de la diferencia entre varones y mujeres, y varones y otros cuerpos feminizados. Y es el caldo de cultivo para que los machos ejerzan violencias más extremas. Incluso los machos progres dicen ‘no las queremos golpeadas pero que sigan subordinadas’. Y esa subordinación genera los asesinatos de mujeres. Si hay violencia de género, es porque la sociedad lo sostiene.

Más info

Para inscribirse al Simposio sobre Femicidios organizado por Asociación ConVoz que se realizará los días 12 y 13 de septiembre en Ciudad Universitaria escribir a [email protected]. Para ver el programa completo ingresar en: www.convoz.org/noticia/simposio-sobre-femicidos. 

 

 

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