Fernando Flores: “En Córdoba estamos frente a una desfragmentación del corretaje de bienes raíces”

El director de la Tecnicatura Superior en Gestión Inmobiliaria de Institución Cervantes, Fernando Flores, dio su visión sobre la actualidad cordobesa en materia de bienes raíces. También habló sobre el perfil profesional que la institución busca construir.

Explicó que actualmente existe una diversidad muy grande en Córdoba, lo que implica un gran desafío para las y los profesionales.

-¿Cómo analiza la realidad del corretaje inmobiliario en Córdoba a raíz de los cambios que se ven en la trama urbana de la Capital?

-El corretaje inmobiliario acompaña el desarrollo urbano. Incluso suele aparecer luego de los planes de crecimiento, ya que las decisiones urbanísticas se dan en otros ámbitos. Como antesala a la realidad del corretaje inmobiliario hay que hacer una breve descripción de los principales cambios, tanto morfológicos como zonales. 

Córdoba es una de las provincias que tal vez tenga mayor cantidad de posibilidades de desarrollo urbanístico. Como venimos conversando con el corredor público inmobiliario, el licenciado Germán Daleffe (voz autorizada en este ámbito), el desarrollo comercial del centro sigue siendo un gran impulsor de negocios, pero en los últimos años el propio crecimiento urbanístico de los distintos puntos regionales propuso nuevas áreas comerciales. De alguna manera, casi como lógica urbanística, a mayor densificación urbana se asocia una mayor densificación comercial. Podemos incluir aquí los desarrollos de zona norte, oeste y sur de esta ciudad Capital.

Córdoba no solo es su capital y su extensión periurbana, sino también una provincia turística, productiva y logística. En el caso del turismo, nuestra provincia está a la vanguardia de las ofertas de descanso en cada uno de sus valles. En producción, Córdoba ofrece diversas explotaciones agropecuarias, y la Córdoba logística se constituye como principal puerto seco del interior por su ubicación biooceánica.

Creo que estas tres actividades proponen nuevos modelos de negocios para profesionales inmobiliarios, que van desde alquiler de cabañas, campos y galpones para logística. 

De alguna manera, estamos frente a una desfragmentación del corretaje de bienes raíces, pensando tal vez en criterios de especialización por tipo de negocio. 

Como tendencia global, en la profesión se observa una implementación de indicadores para optimizar costos tanto para propietarios como para inquilinos: ¿cómo observa que se aplica actualmente en Córdoba?

La implementación de indicadores en la gestión inmobiliaria tiene un gran desafío por delante. Si bien existen numerosos sistemas de gestión de indicadores, la forma de acceso al indicador es determinante y debe estar sostenida por aplicaciones sencillas, donde las y los clientes puedan ver en tiempo real todas las actividades por las cuales transita su modelo de negocios. 

Imagino un futuro donde cada propietario pueda identificar indicadores sobre las intenciones de ventas o visitas a su propiedad, donde los locatarios puedan verificar su estado de reclamos, donde los locadores puedan seguir el estado de mantenimiento de sus inmuebles, o el cumplimiento de las obligaciones contraídas en los contratos...

Hoy la tecnología pone al alcance de las manos del corretaje inmobiliario distintas aplicaciones integrales para medir, analizar y luego decidir sobre un sinnúmero de actividades. Y a partir de ello, proyectar y diseñar planes de negocios.  

-Un debate importante en la formación de profesionales está vinculado a la necesidad de un equilibrio entre la teoría vinculada a normativas y habilidades relacionadas a comercialización y planes de negocios: ¿cómo abordan esas dos ramas en Cervantes?

-En Cervantes estamos convencidos de que la formación profesional hoy demanda más que nunca un adecuado equilibrio entre la teoría y las habilidades y destrezas que el mundo laboral exige.

No es suficiente con el saber, sino que el saber es cardinal para apuntalar el hacer, traducido en darle a cada estudiante los instrumentos y herramientas para que encuentre las respuestas a los desafíos que le presenta un mercado altamente competitivo y con clientes cada vez más informados. La distinción está en saber cómo enfrentar y solucionar los retos del entorno profesional.

Nuestras Prácticas Profesionalizantes, proyecto que Gestión Inmobiliaria de Institución Cervantes ha sido pionera, pone en valor aquellas destrezas de las que comentaba anteriormente, a través de tres espacios disciplinares que permiten construir desde el minuto cero una organización inmobiliaria. 

Cada estudiante está situado en un entorno profesional, cuyos desafíos deben ser abordados desde la teoría aprendida a lo largo de la formación y además, con habilidades propias del corretaje inmobiliario actual. Se pone énfasis no solo en la confección de planes de comercialización de productos (inmuebles) sino especialmente en las personas con quienes se interactúa. No es simplemente vender un inmueble, sino asesorar profesionalmente a personas para que tomen decisiones adecuadas y en contextos de seguridad jurídica.

Por último, en Cervantes, acostumbrados a estar en la primera ola de las innovaciones tecnológicas, también nos preocupa que el mundo Tech llegue a nuestras aulas en Gestión Inmobiliaria. Por esta razón, proponemos una mirada sobre los negocios inmobiliarios atravesados por la tecnología. Hoy aprovechamos todo el conocimiento acumulado.

La ética en la profesión

Fernando Flores exploró la actualidad de la Gestión Inmobiliaria como campo atravesado cada vez por consumidores más informados y las implementaciones de Cervantes para mantenerse a la vanguardia en el campo, tanto a nivel regional como nacional.

-Mucho se habla sobre la importancia de la cuestión ética en la profesión: ¿cómo analizan este tema desde Cervantes y qué intentan inculcar entre el estudiantado?

-Indudablemente que en nuestra institución, en general, y en Gestión Inmobiliaria  en particular, somos conscientes de que no hay espacio para que el negocio dé la espalda al componente ético.

No me interesa caer en la discusión –a esta altura entiendo que es un tanto arcaica- de si el ordenamiento jurídico es refractario o no a valores éticos. Hoy en día la conducta ética se sitúa en el ámbito del ser, por lo que los contratos que se perfeccionen en el mundo inmobiliario deben reconocer como cimiento las directivas éticas que fomentan la toma de decisiones buenas.

La ética, como disciplina filosófica, nos exhorta constantemente a reflexionar sobre la orientación de nuestras acciones, lo que de modo indudable repercutirá en el resultado final del quehacer profesional. No todo es lo mismo, no vale todo ni en la vida ni en la profesión. En Gestión Inmobiliaria de Institución Cervantes nos encontramos comprometidos para que cada profesional que egrese de nuestros claustros tenga una visión ética acerca de la tarea que desplegará en la sociedad. Las virtudes son aristas que nos permiten amalgamar una profesión que busca dotar de valor específico a los bienes sociales, y es el compromiso que asumimos a lo largo de la travesía por nuestra carrera. Al margen de materia específica, la ética está presente transversalmente en la formación académica, y hace al perfil de egreso que aspiramos alcanzar.

-¿Qué perfil de estudiantes están formando frente a la irrupción de nuevas tecnologías y nuevas prácticas profesionales?

-Es absurdo disociarse de las tecnologías porque ello nos conduciría a negar, o cuanto menos mitigar, el profundo impacto que aquéllas viene generando en la sociedad en que vivimos. Son épocas en que adquiere importancia llevar adelante un modelo pedagógico basado en el conocimiento, la tecnología y la información, que representan los pilares de nuestra carrera y que le inyectan un valor agregado a toda la currícula.

El sector inmobiliario no puede apartarse de esa influencia y como centro académico con una vasta trayectoria que nos avala en el uso y aplicación de tecnología, con más de 60 años, transferimos esa experiencia tanto a los contenidos conceptuales que van dándole forma al futuro profesional, como a los procedimientos que aplicamos para la toma de decisiones.

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